El líder opositor Henrique Capriles aceptó este lunes el reto del presidente Nicolás Maduro a sostener un debate público con la oposición en torno a la corrupción, pero pidió que sea en directo para evitar ediciones.
«Cuando quiera, a la hora que quiera y dónde quiera», dijo en declaraciones a la prensa Capriles sobre el reto, lanzado el pasado sábado por Maduro, que ha hecho de la lucha contra la corrupción uno de los ejes de su gobierno luego de que en las últimas semanas miembros del oficialismo y de la oposición han sido señalados de presuntos actos de corrupción.
Capriles demandó que el debate con el mandatario se realice de manera directa «para que no puedan editar las respuestas» y para que «exista un sólo juez que es nuestro pueblo».
El reto a debatir ya había sido aceptado el domingo por el partido Primero Justicia (PJ), al que pertenece Capriles y uno de los que conforma la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD).
El líder opositor, gobernador del estado de Miranda (norte) y que fue candidato en la elección presidencial del pasado 14 de abril, no reconoce su derrota ante Maduro, que lo venció por una diferencia de 1,49 puntos porcentuales en una elección que, según la oposición, fue fraudulenta.
«Nadie le cree a Maduro cuando dice que a va a debatir», añadió Capriles, quien ha emprendido una campaña dentro y fuera de Venezuela para denunciar el supuesto fraude electoral.
Maduro lanzó el reto a debatir luego de que el martes pasado la bancada oficialista acusara a Oscar López, director financiero de la gobernación de Miranda de dirigir una «red de narcotráfico, blanqueo de dinero y prostitución» y haber gastado ilegalmente unos 190.000 dólares.
La confrontación se caldeó aún más, luego de que el mandatario acusara a Capriles de ser cómplice de la «red nefasta» de López.
Este fuerte intercambio entre oficialismo y oposición se produce en el arranque no oficial de la campaña rumbo a las elecciones municipales del 8 de diciembre próximo y que son presentadas por la oposición como una forma de medir el desempeño del gobierno de Maduro.