La cruzada contra la corrupción emprendida por el régimen de Nicolás Maduro por el momento parece centrarse en las sardinas y no en los tiburones del enriquecimiento ilícito, pese a la existencia de una larga serie de denuncias que inculpan a algunos de los actuales pilares centrales del chavismo, incluyendo al presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello.
La guerra contra la corrupción es en realidad de urgente necesidad para los venezolanos, con proyecciones de que el flagelo absorbe anualmente miles de millones de dólares de las arcas del Estado en un país tildado por la ONG Transparencia Internacional como el más corrupto de America Latina.
Pero la tarea, de realizarse con seriedad, podría sacudir los cimientos del oficialismo, en vista de una larga lista de señalamientos de que las peores corruptelas del país son dirigidas por altos funcionarios del gobierno.
“Si aquí cayeran los peces gordos, el gobierno se vuelve polvo […] no se salva ninguno porque desde Maduro para abajo todos están hasta aquí en el caso de la corrupción, toditos”, advirtió recientemente el líder de la oposición, Henrique Capriles.
“Los corruptos están en el gobierno. Si queremos acabar con la corrupción tenemos que salir de este gobierno”, sostuvo.
Funcionarios del gobierno venezolano no estuvieron disponibles para conversar con El Nuevo Herald.
El gobierno, que ya ha arrestado a varios funcionarios de pequeño y mediano calibre bajo cargos de corrupción, amplió esa lista el lunes al anunciar que había detenido al ex gerente de Importaciones y Seguimiento a las Exportaciones de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), teniente coronel Francisco Navas Lugo, y a un sobrino suyo como parte de su operación de limpieza.
Y entre los grandes beneficiarios de ésta operación estaría Cabello, según las declaraciones del otrora incluyente portavoz del chavismo, Mario Silva, quien en un informe a un agente de inteligencia cubano aseguraba que el presidente de la Asamblea Nacional había obtenido una gigantesca fortuna a través de la corruptelas que operaba con Cadivi.
“Cuando se habla de la devaluación, el problema principal, eso lo dijo el mismo Giordani, era la fuga de divisas a través de empresas fantasmas, algunas afectas a Diosdado Cabello, a través de Cadivi”, dijo Silva en una conversación filtrada a la prensa poco antes de que cayera en desgracia.