El presidente Rafael Correa denunció una nueva operación de espionaje contra los gobiernos de Ecuador, Colombia, Venezuela y Argentina, y dijo que en su caso le fueron interceptados teléfonos y correos.
Durante una entrevista televisada la noche del martes, el mandatario ecuatoriano aseguró que recibió esa información de una fuente que participó en la operación, pero que todavía su gobierno no determinó quién está detrás de ella.
«Seguimos investigando quien dirigió este espionaje masivo, que es diferente al que denunció (Edward) Snowden, pero se espió al gobierno de (Juan Manuel) Santos, al gobierno venezolano, al gobierno argentino», afirmó Correa.
Snowden, un exasesor de inteligencia estadounidense, asilado temporalmente en Rusia, reveló hace más de un mes un programa global de vigilancia de Estados Unidos, por el que fue acusado de espionaje.
Correa agregó que tiene las pruebas de su denuncia, pero no anticipó si las haría públicas.
«Tenemos ahí las pruebas, esto no es que estamos sospechando, nos pasaron los mail de que hemos sido espiados permanentemente», enfatizó.
Según el jefe de Estado, todas sus cuentas «de correos han sido hackeadas» y «los teléfonos intervenidos».
De otro lado, ratificó su disposición a estudiar un eventual pedido de asilo de Snowden.
Ecuador, sostuvo, «tramitará con absoluta responsabilidad y soberanía esa solicitud, a la cual todo ciudadano del planeta tiene derecho».
El gobierno ecuatoriano, que en su momento no pudo tramitar un pedido de asilo del exasesor norteamericano porque fue realizado fuera de su territorio, otorga protección desde hace más de un año al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, en su embajada en Londres.
Assange, que filtró documentos secretos que pusieron en aprietos a Estados Unidos, está a la espera de que Londres le conceda un salvoconducto para dejar la legación diplomática y viajar a Ecuador.
El fundador de WikiLeaks es requerido en extradición por Suecia acusado de delitos sexuales que él niega.
AFP