A diez días para el inicio del Torneo de las Américas, la preparación de los equipos entra en lo que un hípico llamaría «la recta final». Etapa crucial, de definiciones, que para la selección venezolana pasa por tres topes más, a jugarse en el que será escenario de la competencia, El Poliedro de Caracas. El cual, por cierto, ya fue entregado a los organizadores de la justa por la Ministra del Deporte.
Los entrenamientos de la preselección han transcurrido sin mayores sorpresas. Hechos negativos la ausencia de Grégory Echenique, a la cual parece sumarse la de Greivis Vásquez. Sobre esta ya se pensaba, la del centro llamó a repensar las cosas, pero en general los movimientos a Florida y Madrid cumplieron con lo esperado.
El técnico Néstor García, conocedor del tema, asumió el trabajo como tiene que ser: tratando de sacar partido al recurso humano con que cuenta, sin lamentaciones, consciente además de la necesidad de iniciar una verdadera etapa de renovación para un baloncesto estancado en sus participaciones internacionales.
Existe un potencial que podría llevar más lejos con planificación adecuada, cosa que está en duda pues se ha hablado del torneo continental y, si acaso, del mundial. Pero primero habría que lograr la clasificación. Y nada se ha dicho para el caso de que el equipo quede fuera, cuando el trabajo debería continuar.
A tenor de lo escuchado al técnico y las referencias de algunos jugadores, hay buen ambiente en la preselección. Los basquetbolistas han luchado por ganarse el puesto, y a pesar del poco tiempo están asimilando lo que busca García, patrones de defensa y ataque susceptibles de conducir a un cuadro que afronte el torneo con solidez.
El certamen será muy parejo. Las noticias que llegan de Argentina, Brasil y Uruguay, dan cuenta de la integración de cuadros que, sin las grandes figuras de la NBA (solo Luis Scola en la tropa gaucha), asisten con opción (en particular los dos primeros), porque la estabilidad de su trabajo de selecciones les permite imponer su quehacer colectivo.
De los centroamericanos surge República Dominicana, que acaba de ganar el Centroamericano con una contundente victoria sobre Puerto Rico. El marcador, 85-58, presenta la victoria más amplia de los quisqueyanos, que tampoco tendran sus NBA pero plantea dudas, pues en ningún caso es la diferencia entre el baloncesto de las dos regiones. Eso sí, se confirma que el vencedor será rival de cuidado, con la particularidad de que está en el grupo de Venezuela.
También habría que considerar los avances de México, que también forma en la llave B (con Paraguay, Argentina, venezolanos y dominicanos) y cuyo tercer lugar en Centroamérica confirma que se trata de un combinado en evolución, igualmente peligroso.
El certamen, que se jugará del 30 al 11 de septiembre, otorga cuatro cupos para el mundial del próximo año en España. Del otro grupo surgen Canadá y Brasil con mayor fuerza -Puerto Rico en entedicho dado su resultado en el CAC-, Jamaica como incógnita y Uruguay con opción para estar entre los primeros.
Dura competencia, entonces. Y para ello, Venezuela afinará con una serie en El Poliedro, frente a México y Uruguay, donde saldrán las definiciones de García sobre los doce que vestirán la camiseta y seguramente lo que será su rotación básica.
Es difícil la selección, como ha dicho el técnico. Por el esfuerzo que han puesto todos, el equilibrio y, cuestión aparte, las necesidades del combinado que, está confirmado, basará su acción en mucho trabajo defensivo y, al ataque, control de balón para garantizar el mejor provecho de cada posesión. Todo en función de la estatura, inferior en promedio a la que presentará la mayoria de los rivales.
A ver entonces, en casa, como resultan las cosas
Armando Naranjo / donarmandonaranjo@gmail.com / @DonArmandoN