Rick Perry se refirió al anuncio del Departamento de Justicia de que demandará al estado sureño por la ley estatal de identificación de votantes
WASHINGTON. El gobernador de Texas, Rick Perry, acusó ayer al Gobierno del presidente de EE. UU., Barack Obama, de obstruir la voluntad de su pueblo, después de que el Departamento de Justicia anunciase el jueves que demandará al estado sureño por la ley estatal de identificación de votantes.
«Esta demanda es un esfuerzo más, por parte del Fiscal general de la nación Eric Holder y el presidente Obama, para obstruir la voluntad del pueblo texano», dijo Perry en un comunicado de prensa.
El gobernador texano consideró que el Gobierno federal trata de inmiscuirse en asuntos que solo competen al estado e ir en contra de la Constitución.
Demanda
El Departamento de Justicia anunció el pasado jueves que demandará a Texas por la ley estatal de identificación de votantes, pues considera que esta norma es discriminatoria y ha sido adoptada con el propósito de restringir el derecho a votar, sobre la base de la raza, color, idioma o pertenencia a un grupo minoritario.
Esta ley exige que las personas presenten una identificación estatal con foto antes de votar, mientras que anteriormente sólo tenían que presentar sus tarjetas de votantes.
Asimismo, el fiscal general, Eric Holder, expresó que con esta demanda busca proteger los derechos de los electores, no sólo de Texas, sino de todo el país. Holder agregó que el Gobierno no permitirá que los estados promulguen regulaciones que supriman derechos al sufragio tras el fallo reciente del Tribunal Supremo en el que invalidaba una parte clave de la ley federal de 1965 que protege el derecho al voto de las minorías raciales en el país.
Republicanos de Texas como Orlando Sánchez, tesorero del condado de Harris, apoyan al gobernador y dicen que esta demanda no tiene ningún fundamento.
Sánchez dijo hoy a medios que el hecho de exigir un documento de identificación con foto no es discriminatorio, sino una medida para evitar fraudes electorales.
«(La ley de votantes de Texas) no es discriminatoria o le parece que cuando usted se sube a un avión y le piden que se identifique con un documento que tenga foto, lo están discriminando. Por ley todos los estados piden una identificación», dijo Sánchez.
Perry aseguró además que continuará «defendiendo la integridad» de las elecciones contra el «desacato de esta administración a la décima enmienda». De esta forma, el gobernador hacía referencia a la propuesta del presidente de aumentar el control de armas, que afectaría la actual ley de porte de armas en Texas.
Agencias