Aunque no ha existido aún un pronunciamiento público, en varios pueblos y ciudades las autoridades sanitarias y locales han echado el cerrojo a cientos de cafeterías y puestos ambulantes de venta de comida para evitar contagios
Enfermedades como el cólera o el dengue acechan los últimos tiempos a Cuba, en su día una potencia sanitaria mundial, debido a la prolongación de una crisis económica que complica el acceso de parte de la población al agua corriente y va deteriorando el sistema de salud.
En Cuba, donde las cifras oficiales son esquivas, es casi imposible saber a ciencia cierta cuántas personas están enfermas, pero en el hospital de San Cristóbal (Artemisa) las salas acondicionadas para la emergencia de cólera «están repletas» de pacientes, declararon a Efe varias personas que han visitado ese centro sanitario.
Aunque no ha existido aún un pronunciamiento público, en varios pueblos y ciudades las autoridades sanitarias y locales han echado el cerrojo a cientos de cafeterías y puestos ambulantes de venta de comida que han brotado con la apertura económica de la isla para evitar los contagios.
«Lo que se ve es que ha habido un aumento de casos, se ven cosas que hace muchos años que no se veían», dice a Efe Ricardo, un vecino de 42 años del barrio habanero de Mantilla, donde hay «bastantes casos» de cólera por contaminación de una cisterna.
«El temor de la población es que, aunque se están tomando medidas, se está viendo un aumento de casos», agrega Ricardo.
Alerta contra el cólera
La Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA) emitió el miércoles un mensaje de alerta a sus ciudadanos sobre un supuesto brote de cólera en la isla, hasta el momento no confirmado por el Gobierno cubano.
La información de la SINA señala que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió una alerta epidemiológica que menciona la presencia de la enfermedad en Cuba, «confirmando que visitantes extranjeros han contraído cólera durante viajes recientes» al país caribeño.
Según ese informe epidemiológico de la OPS, «a finales de julio e inicios de agosto de 2013 fueron confirmados cinco casos de cólera asociados con historias de viaje a Cuba» de ciudadanos de Italia, Chile y Venezuela.
Cuba tuvo cinco décadas sin casos de cólera hasta que en agosto de 2012 el mal reapareció, afectando principalmente a la zona este del país y con un saldo de tres muertos y 417 infectados, según datos oficiales.
En enero pasado se detectó un brote en La Habana con 51 casos confirmados.
En cuanto al dengue, se han detectado varios casos del hemorrágico, la variante más grave, en Guanabacoa, a las afueras de la capital, de acuerdo con vecinos del lugar.
«Es un problema de casos importados de dengue», explicó a un reducido grupo de medios, entre ellos Efe, el entomólogo cubano Juan Bisset, jefe del departamento de Control de Vectores del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK) y quien ha participado en un foro sobre la enfermedad que se clausuró esta semana en La Habana.
Proceso caro y
complicado
Además, Bisset precisó que el control del aedes aegytpi, el mosquito transmisor del dengue, es cada vez «más caro, más complicado y más complejo», aunque aseguró que este año ha sido «bastante benigno» para Cuba en cuanto a la propagación de la enfermedad.
«Hay que hervir el agua y limpiar la casa con mucho cloro», algo que hace Eida, una habanera de 57 años, para protegerse de cualquier tipo de enfermedad.
Eduardo, jefe de salón del restaurante habanero El Cochinito, comenta, por su parte, a Efe que por precaución en este establecimiento «todos los vegetales se lavan muy bien lavados» y el agua se hierve o se utiliza embotellada.
«Sé que el Gobierno está tomando medidas. Veo fumigaciones y que se ha activado el proceso de salud pública», indica al relatar que esta misma semana fumigaron su casa, ubicada en el barrio del Vedad /
Agencias