El racismo pretende imponer una diferenciación de los seres humanos por el color de la piel, colando prácticamente como ciudadanos de segunda a las y los africanos y sus descendientes
“El Censo se hizo malintencionadamente, pese al esfuerzo que hizo el movimiento afrovenezolano para las orientaciones serias de los empadronadores y el cómo formular las preguntas… el resultado fue desastroso en cuanto a la verificación del número de personas de origen africano en Venezuela”
El pasado viernes 23 de agosto se conmemoró el Día de la Memoria de la Esclavitud, decretado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Se tomó esa fecha por la gran rebelión de los africanos y sus descendientes en la isla de Haití en el año 1791. Esa rebelión abrió un proceso de lucha contra el racismo pues eliminó la trata negrera que causó el desangramiento del vientre de África, al secuestrar más de veinte millones de seres humanos para convertirlos en “negros-esclavos”.
Ese momento dramático libertario dio inicio a la lucha descarnada contra la esclavitud que sostenían los franceses en la isla más rica del planeta y finalmente culminaría el 1ro de enero del año 1804 con la creación de la República de Haití, como un tercer modelo de república al establecido por la Revolución Francesa y la Revolución Norteamericana. La lucha llevada por los descendientes africanos irradió las luchas que después seguirían José Leonardo Chirino en Venezuela (1795), Tula en Curazao y la definitiva incorporación a los procesos de guerras de independencia en las Américas y el Caribe, contando con el apoyo ético, material y humano de Haití.
Memoria y ciudadanía
La resolución dictada por la Unesco 29C-40 para conmemorar el 23 de agosto como una fecha histórica asumida por la Unesco en 1998, tuvo tres acciones estratégicas precedentes. La primera fue el encuentro internacional organizado por la Fundación Afromérica-Unesco, en febrero del año 1993, titulado Africamérica Reencuentro Ancestral, realizado en Caracas. El segundo antecedente fue en 1994, en la ciudad de Whyda (República de Benín-África) con el lanzamiento el proyecto La ruta del esclavo y los desafíos del siglo XXI y posteriormente (1996) la realización del evento académico África en el mundo moderno, impulsado por la afroestadounidense doctora Sheyla Walker en la Universidad de Texas en 1996.
En ese marco, los movimientos sociales afro de las Américas y el Caribe comienzan a reorganizar sus respectivas agendas nacionales y trazar alianzas con organizaciones hermanas con la finalidad de participar en la Tercera Conferencia contra la Discriminación Racial, en Durban, Sudáfrica (2001), donde consensuamos el concepto Afrodescendiente y se condena la esclavitud como crimen de lesa humanidad. De ahí elaboramos el Plan de Acción de Durban donde los Estados que conforman las Naciones Unidas se comprometerían a combatir la secuela de mayor dimensión de la esclavitud el racismo y sus diferentes expresiones.
El racismo, como ya hemos analizado, pretende imponer una diferenciación de los seres humanos por el color de la piel, colando prácticamente como ciudadanos de segunda a las y los africanos y sus descendientes. Venezuela, pese haber firmado la convención, no había procedido a ser evaluada en cuanto a su aplicación de políticas contra la discriminación racial.
La evaluación
A comienzo del proceso bolivariano, insistimos que Venezuela firmara el protocolo facultativo para evaluar la situación actual del racismo en nuestro país. Firmado ese protocolo, en septiembre del año 2003 por exigencia del Movimiento Social Afrovenezolano, en el año 2005 como Estado fuimos sometidos a una evaluación de 23 miembros del Comité contra la Discriminación Racial. De ahí se hicieron una serie de observaciones y sugerencias de las cuales algunas se cumplieron a “medias” o algo así como para salir del compromiso. Una de ellas fue el Censo, el cual se hizo pero malintencionadamente, pese al esfuerzo que hizo el movimiento afrovenezolano para las orientaciones serias de los empadronadores y el cómo formular las preguntas… el resultado fue desastroso en cuanto a la verificación del número de personas de origen africano en Venezuela, bien sean negros, mulatos, trigueños, pero al final todos afrodescendientes… el INE nos quedó muy mal.
El otro compromiso del Estado estuvo orientado hacia el área educativa destacando el aspecto curricular, la interculturalidad y textos escolares. En este compromiso se avanzó un poco, al menos en el papel, al igual que en los textos escolares los cuales ameritan con urgencia una reorientación sobre la temática afro. Hace falta una mejor implementación de la ley de educación del 2009. Recientemente volvimos a ser evaluados ante el Comité Internacional en Ginebra, pero se elaboró un informe oficial que no recogía las ausencias y carencias del tema del racismo en Venezuela, sin embargo un grupo de estudiosos del tema como Jhonny Gutiérrez, Sixto Hernández, Luis Perdomo, Manuel Salcedo y Diógenes Díaz, elaboraron un reporte complementario, que no es uno de «sombra» debido a las fallas del informe “oficial”, que en vez de ayudar al Estado lo que hace es empastelar nuestra imagen al decir que en Venezuela “todo está perfecto”. Ese informe complementario reconoce los avances del Estado venezolano en la lucha antiracial como la Ley Contra la Discriminación Racial, pero explica que hace falta su respectivo reglamento, lo cual conllevaría a crear el Instituto Contra la Discriminación Racial para que proceda amonestar, penalizar y hacer acciones de prevención contra las distintas manifestaciones racista que se han agudizado en nuestro país. El tema de mayor presencia afro en el currículum y los textos escolares es necesario profundizar así como una revisión del declinamiento progresivo de la puesta en práctica de la nueva dimensión de la interculturalidad.
La importancia de revisar las políticas de los privados en libertad, que una cantidad sensible de los mismos son jóvenes afrodescendientes. El tema de la regularización de las tierras en las comunidades afrodescendientes. La exigencia de mayor presencia afro en los medios de comunicación. Estamos a las expectativas ante estas sugerencias.
GUA GUA GUA BARLOVENTEÑOS
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