Tiene una superficie de 630 hectáreas, está situado en La Rinconada y el Poliedro, al oeste de Caracas y será el parque más grande del país.
El problema está en el millonario presupuesto asignado y la designación de diseñadores extranjeros, lo que ha generado controversias entre los arquitectos venezolanos hasta tal punto de que lo identifican como el «parque faraónico de Hugo Chávez».
Antes de morir el 5 de marzo, el expresidente venezolano Hugo Chávez destinó más de 100 millones de bolívares (11 millones de euros) para pagar los trabajos preliminares. Pero eso no es todo. El sucesor Nicolás Maduro acaba de aprobar 300 millones de bolívares (22 millones de euros), adicionales para continuar la obra.
Según el reportaje publicado por el diario venezolano «El Nacional», el gremio de arquitectos y urbanistas venezolanos duda de si el presupuesto será suficiente o si el parque se convertirá en un pozo sin fondo, tomando en cuenta que el diseño de la obra estuvo en manos del arquitecto británico Richard Roger, ganador del Premio Pritzker (equivalente al Nóbel de los arquitectos) y representante de la arquitectura high-tech.
Los reporteros visitaron el sitio y no encontraron señales de que haya empezado a construirse la obra, sólo figuran unas vallas indicativas del nombre de Chávez y afiches de la filosofía que el gobierno pretende aplicar en la zona: movilidad, educación y recreación.
Un estadio de fútbol
«La obra será de carácter metropolitano. Con ella el Gobierno se propone quintuplicar los metros de áreas verdes por habitante en la ciudad. El proyecto establece la construcción de 2 estadios –uno de béisbol con capacidad para 35.000 personas y otro de fútbol con capacidad para 55.000–, una plaza de 40 hectáreas, un gimnasio de usos múltiples, la sede de la Sinfónica Infantil, intervenciones en la carretera Panamericana, ciclovías, la nueva sede de la Universidad Bolivariana, un terminal de autobuses y el desarrollo de jardines o parques comunales en Cacique Tiuna, Cochecito, El Estanque y Las Mayas», añade el diario.
El venezolano Oscar Tenreiro, arquitecto, explica en su blog que esos proyectos se caracterizan por el uso casi exclusivo del acero en todas sus formas; la articulación de los elementos estructurales con la ayuda de componentes auxiliares que trabajan sólo a tracción; separación, identificación y exhibición de las instalaciones; descomposición en partes separadas visibles de las partes de relleno (ventanas, tabiques, plafones).
«Es una impertinencia»que el arquitecto sea el británico Richard Roger
«La idea del parque es conveniente, es una decisión que debió tomarse hace mucho tiempo. Inclusive debería incorporar el Mercado de Coche. Lo que es una completa impertinencia es llamar a un hombre (el arquitecto Richard Roger) que representa la arquitectura de los países más poderosos, que descansa sobre un tipo de industria y productos que no tenemos aquí», dijo Tenreiro.
María Isabel Peña, directora del Instituto de Urbanismo de la UCV, coincide: «¿Si hay tantos profesionales buenos en el país por qué se desechan? No hubo un proceso de licitación ni de concurso. Un proyecto con la calidad de los de Rogers implicaría que tendríamos que importar hasta el último tornillo. Sería una cosa faraónica y no sé si el país en este momento lo justifica». Otro de los arquitectos vinculado al diseño de la obra es el uruguayo Carlos Ott.