Los vecinos denunciaron que el módulo que se encuentra a la entrada del sector no está en funcionamiento desde hace varios meses
No hay palabras para describir el nivel de molestia y desesperanza existente entre los vecinos de La Guairita en Guarenas, estado Miranda. El agotamiento de parte de sus residentes ha alcanzado tal tamaño que dicen ya es demasiado creer en una promesa más.
Y no es para menos. Vivir en medio de un panorama en el que el mal estado de las calles está a la orden del día y en el que la basura parece formar parte de lo cotidiano, ya es una situación grave a la que se le suma la falta de apoyo de las autoridades locales, a quienes manifiestan sólo ver durante campañas electorales en las que juran «villas y castillas» para luego dejar a toda una comunidad en espera de algo que parece llegará muy tarde.
«Esos no son huecos»
Hablar de Guarenas sin mencionar los huecos en las calles no es hacer mención de una realidad evidente y de conocimiento público. Los planes de asfaltado parecen haberse quedado cortos ante la demanda que hay en todo el municipio Plaza con respecto a este tema, mientras que otros opinan que las calles y avenidas que son objeto de reparación, no son trabajadas de forma correcta, pues presentan hundimientos y son hechas con material que al paso de los meses se rompe sacando a relucir nuevamente la tronera.
Esto es uno de los males mayores que afectan a las más de 500 familias residentes de la comunidad La Guairita. Las calles de cada uno de sus sectores, tales como El Olivo, La Cruz y Temerida sufren los embates del tiempo y no solamente eso, sino que a ello se le une el abandono al que están sometidas desde los tiempos en que Arnaldo González fungía como alcalde del municipio Plaza, tal y como lo comentó el ciudadano Miguel Guzmán.
El equipo de La Voz conoció de cerca el testimonio de habitantes del lugar, quienes por enésima vez hicieron un llamado de emergencia al primer mandatario Freddy Rodríguez, para que tome en cuenta la situación por la que vienen atravesando.
«Si el alcalde viniera para acá se daría cuenta de lo que vivimos. Uno viene con el mercado o con cualquier cosa y ningún taxi quiere subir hasta la parte de arriba por el mal estado de las calles. Están minadas de huecos y pocos son los conductores que se aventuran a dañar sus automotores. Cómo podemos tener calidad de vida así,», expresó Nosmery Padilla.
Con respecto al mal estado de la vialidad, Alí Sifontes, comerciante de la zona, señaló que las autoridades lo poco que han hecho es colocar «pañitos de agua caliente». Los vecinos se resolvieron en una ocasión a poner cemento sobre el asfalto, pero obviamente eso no bastó.
El deterioro de las caminerías forman parte de la lista de irregularidades. En el sitio no se sabe qué es peor, si ir por la calle a riesgo de ser embestido por un carro o por la acera en donde varias personas ya han caído incluso discapacitados.
No hay módulo
Por su parte, Marcos García comentó que el funcionamiento del servicio de aseo urbano es pésimo. Pasan una sola vez por semana. Durante la visita del equipo de La Voz a La Guairita no había esquina que no tuviese una cantidad considerable de bolsas de basura.
«Este es nuestro pan de cada día. En la Alcaldía de Plaza saben que esto es así. A la entrada de la comunidad hay un módulo que no está funcionando. Pusieron a unos bomberos y un servicio de ambulancias que no funciona tampoco. Si hay un herido o un enfermo en horas de la madrugada con ellos uno no cuenta porque simplemente no hay nadie que atienda», manifestó.
Alcantarillado para ratas
Los desagues y alcantarillas de La Guairita son otro «dolor de cabeza». Se encuentran colapsados y causan estragos en tiempos de lluvia. Desde hace años no reciben una limpieza profunda y hasta podría decirse que se acerca la hora de una sustitución.
Los vecinos entrevistados explicaron que sí hay Consejos Comunales, pero que al mismo tiempo se desconoce acerca de la gestión que llevan. La mayoría están vencidos según dijeron y dijeron que no saben si en algún momento elevaron o no proyectos en favor de los residentes de la zona.
«De las alcantarillas salen ratas grandísimas. Se meten en las casas a cualquier hora del día. Nosotros tenemos que vivir azotados por esta plaga permanentemente. No sabemos qué hacer ni a quién acudir. De lo que sí estamos conscientes es que deben tomarse cartas en el asunto, de lo contrario todo en la comunidad se va a salir de control y no podremos brindarle calidad de vida a los niños y adolescentes que están creciendo en estas condiciones», subrayó Yesmelín Prado.
Mejoras en el transporte
Aunque los residentes de La Guarita no se quejan del servicio de transporte que presta la línea «Conductores de La Guairita», pues dicen que están satisfechos con el trabajo que realizan, indicaron que podría mejorarse los domingos cuando se dificulta la salida y entrada de usuarios hasta esta comunidad.
Sugirieron la puesta en funcionamiento de otras unidades.
Yohadi Arteaga
yohaarteaga@gmail.com