La guerrilla comunista de las FARC objetó este miércoles dos propuestas claves del presidente colombiano Juan Manuel Santos para acabar con el conflicto armado de casi medio siglo, alegando que son iniciativas unilaterales sobre temas que deben ser consensuados en los diálogos de paz.
La guerrilla siguió criticando el plan de Santos de hacer un referendo con las elecciones de 2014 sobre un eventual acuerdo de paz, así como el proyecto del «marco jurídico para la paz» propuesto por el presidente, sobre el cual debe pronunciarse este miércoles la Corte Constitucional de Colombia.
«El problema del marco jurídico es que es una iniciativa unilateral y por eso hemos señalado que no la acogemos», dijo el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, afirmando que este proyecto constituye un «esfuerzo inútil» de Santos.
Además, «existe un evidente desacuerdo entre el gobierno y las FARC cuando se aborda el mecanismo de refrendación» ciudadana de un eventual acuerdo de paz, agregó Márquez al cierre de un ciclo de conversaciones de paz en La Habana, que se reanudarán el 9 de septiembre.
El negociador jefe del gobierno, Humberto de la Calle, defendió el plan de hacer el referendo, iniciativa que el viernes pasado llevó a la guerrilla a tomarse una «pausa» unilateral de tres días en las pláticas, iniciadas en noviembre de 2012.
«El proyecto tiene sentido bajo la óptica del principio de expansión democrática: propiciar un referendo el mismo día de elecciones de Congreso asegura una mayor participación ciudadana en las urnas, lo cual aumenta la fuerza política y la legitimidad de la decisión popular», dijo De la Calle.
Márquez dijo que «las condiciones para una participación popular informada (en el referendo) no están dadas», y señaló que no hubo mayores avances en este ciclo en el debate sobre participación política, debido a que las partes abordaron anticipadamente otros puntos, como las drogas ilícitas.
De la Calle dijo que «el gobierno presentó los argumentos que sustentan la validez de esta propuesta (del referendo) como un camino serio y responsable», pero afirmó que «por supuesto, esto requiere de un acuerdo en la mesa de conversaciones» con la guerrilla.
Destacó «el reconocimiento público que han hecho las FARC (el 20 de agosto) respecto a su responsabilidad frente a las víctimas» del conflicto, diciendo que «es un paso importante, pero es sólo un primer paso».
Ambas partes destacaron la próxima realización de un foro ciudadano sobre drogas ilícitas, tema que abordarán una vez que concluyan la discusión sobre participación política de los exguerrilleros que se desmovilicen.
«Queremos una Colombia sin coca. Sería un paso gigantesco para el país y para el mundo. Y lograr que las FARC colaboren en este propósito sería un elemento muy importante de estas conversaciones de La Habana», expresó De la Calle, quien prevé viajar este miércoles con su delegación a Bogotá.
Márquez resaltó que «las FARC han hecho una propuesta de sustitución de cultivos ilegales», mientras que su compañero Jesús Santrich destacó que los campesinos «deben también participar» en la búsqueda de solución al problema de las drogas, lo que podrán hacer en la segunda parte de este foro, que tendrá lugar en San José del Guaviare (este de Colombia) del 1 al 3 de octubre. La primera parte del foro se hará en Bogotá, del 26 al 28 de septiembre.
Un comunicado conjunto indicó que ambas partes «continuaron avanzando en la construcción de acuerdos en torno al segundo punto de la agenda de conversaciones sobre participación política» durante el ciclo recién finalizado.
Por otro lado, Márquez destacó que los temas en los que ambas partes no alcanzan consenso son puestos «en el congelador, para ser retomados más adelante».
Hasta ahora las dos partes lograron en mayo consenso en el primer punto de la agenda, el tema agrario, causa de la disputa que llevó a la creación de las FARC en 1964.
AFP