La corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. estimó en 1.000 millones de dólares los daños generados por la explosión hace un año en la refinería occidental de Amuay, mientras las autoridades aún investigan el siniestro en el que fallecieron unas 42 personas.
El ministro de Petróleo y presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, afirmó que la corporación ha estimado en 1.000 millones de dólares los daños ocasionados por la fuerte explosión que se generó por una fuga de gas en un área de almacenes de la refinería occidental de Amuay, la mayor del país.
Ramírez indicó, en declaraciones publicadas este miércoles en El Universal, que PDVSA ha destinado ese monto para atender las reparaciones de los tanques que resultaron afectados por el fuego así como las indemnizaciones y parte del lucro cesante por la explosión.
La refinería Amuay, que procesa unos 645.000 barriles de crudo por día, volvió recientemente a operar con normalidad tras enfrentar por varios meses dificultades luego del accidente. La instalación petrolera forma parte del Centro de Refinación de Paraguaná del estado occidental de Falcón.
El ministro dijo que PDVSA exigirá a las aseguradoras de la instalación petrolera el pago de 1.000 millones de dólares para cubrir los daños luego de que la Fiscalía General anuncie los resultados de la investigación del accidente que ocurrió el 25 de agosto de 2012.
El presidente Nicolás Maduro y Ramírez han denunciado recientemente que lo ocurrido en Amuay fue consecuencia de un acto de «sabotaje», pero no han aportado pruebas ni detalles de la denuncia. En la refinería de Amuay se produjo la semana pasada un incendio en una chimenea. Otro incidente similar ocurrió el 3 de julio cuando se generó un incendio menor en una unidad de la instalación petrolera.
AP