Por cada profesional de la medicina llegado de la mayor de las antilas, Brasil paga 10.000 reales (4.273 dólares) mensuales a la Organización Panamericana de la Salud, que a su vez paga al Gobierno de Cuba
SAO PAULO. A la presidenta Dilma Rousseff no le gustó nada la imagen: médicos brasileños gritándole «esclavos» a un grupo de colegas cubanos traídos por ella para intentar mejorar la atención en los rincones más pobres del país.
«Esos médicos vienen a Brasil a trabajar donde los médicos brasileños (…) no quieren», dijo el miércoles Rousseff a una radio local, mencionando la Amazonia y las periferias a menudo violentas de las grandes ciudades.
«Es un inmenso prejuicio lo que algunas veces vemos contra los médicos cubanos», añadió.
Rousseff está presionada para mejorar la calidad de los servicios públicos como la salud, uno de los reclamos de más de un millón de brasileños que salieron recientemente a protestar en las calles derrumbando su elevada popularidad y ensombreciendo sus probabilidades de reelección en el 2014.
Y la solución más rápida fue contratar 4.000 médicos de Cuba y miles más de otros países como Argentina, España, Portugal y Uruguay.
Los primeros 400 médicos cubanos aterrizaron el fin de semana en Brasil y bajaron del avión con sus batas blancas y banderitas de Cuba y Brasil.
Pero el gesto no sirvió de mucho. El Consejo Regional de Medicina en el estado de Minas Gerais dijo que no habilitaría a los profesionales cubanos y la Federación Nacional de Médicos pidió a la Fiscalía que investigue la contratación de los cubanos como mano de obra esclava.
Contratar profesionales extranjeros, dicen los médicos brasileños, no soluciona el problema de fondo: la falta de presupuesto para la salud pública.
Traer a los cubanos es una decisión motivada por fines «electorales», dijo el Consejo Federal de Medicina, que reúne a los 400.000 médicos de Brasil.
Pero Rousseff dijo el miércoles que 700 municipios del país carecen de médicos. Y echó mano a estadísticas internacionales: mientras un 37 por ciento de los médicos de Estados Unidos o Canadá son extranjeros -explicó-, en Brasil el porcentaje es de apenas un 2 por ciento.
El Gobierno calcula que Brasil, un país muy cerrado a los profesionales extranjeros, acumula un déficit de unos 54.000 médicos en la última década .
• ¿TRABAJO ESCLAVO?
El Consejo Nacional de Medicina criticó el miércoles la «xenofobia» pero denunció «condiciones análogas a la semi esclavitud» en la contratación de los cubanos.
Y el ministro de Salud, Alexandre Padilha, contraatacó: «No existe ningún paralelo con el trabajo esclavo».
«Además del salario que reciben en Cuba, de un bono y la remuneración de la familia, también se quedan con 40 o 50 por ciento de la beca», añadió en declaraciones a la emisora de radio CBN.
Por cada médico cubano Brasil paga 10.000 reales (4.273 dólares) mensuales a la Organización Panamericana de la Salud, que a su vez paga al Gobierno de Cuba.
Cuba desarrolló en la última década una industria de exportación de servicios médicos, que se transformó en una importante fuente de ingreso de divisas para la isla de Gobierno comunista.
Típicamente el Gobierno de Cuba paga a los médicos un porcentaje de lo que recibe por la venta de servicios médicos. Para muchos es una oportunidad de ahorrar dólares y comprar artículos desde televisores hasta bicicletas.
Pero la recepción en Brasil fue más dura de lo que imaginaron.
«Decían que somos esclavos, que nos fuéramos», dijo Juan Delgado, uno de los médicos acosados esta semana en Fortaleza, al diario Folha de S. Paulo. «No sé porque decían eso, no vamos a ocupar sus puestos de trabajo».
Su cara de pavor al verse rodeado por médicos brasileños que lo insultaban fue publicada esta semana en la portada del periódico.
Y no fue la única muestra de hostilidad. Una periodista del estado de Río Grande del Norte escribió esta semana en Facebook que las doctoras cubanas «tenían caras de empleadas domésticas. ¿Son realmente médicas?».
La repercusión fue tan negativa, que tuvo cerrar su perfil en la red social y disculparse.
Agencias