El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ordenó este viernes el despliegue de 5.000 militares en Bogotá y otros 50.000 en el resto del país para enfrentar las manifestaciones que llevan adelante pequeños productores agrícolas desde hace 12 días en varias regiones de la nación, en rechazo a las políticas neoliberales aplicadas por el Ejecutivo en detrimento de los labriegos.
«Ordené la militarización de Bogotá y así lo haré en cualquier sitio y zona que sea necesario», expresó Santos, citado por El Tiempo.
En su declaración, ofrecida a tempranas horas de este viernes, el Mandatario añadió que también dio la orden para que se «destinen 50.000 hombres de las Fuerzas Militares para que trabajen con la Policía en la movilidad de las carreteras». Este número de efectivos representa 20% del Ejército colombiano.
Santos también se mostró a favor de decretar toque de queda en la capital colombiana.
“Apoyamos la determinación de decretar el toque de queda en Bogotá, del mismo modo que lo haremos en cualquier municipio donde se presenten disturbios», agregó.
Hechos violentos
Este anuncio se produce luego de los hechos registrados la noche de este jueves en Bogotá, donde la policía reprimió a una multitud de manifestantes con gases lacrimógenos y ballenas, cuando las personas estaban congregadas en la Plaza Bolívar.
Además, encapuchados, infiltrados en las manifestaciones -de acuerdo con denuncias de los organizadores- realizaron actos de violencia, que incluyeron saqueos a comercios y daños a varias fachadas de viviendas.
La violenta jornada dejó un saldo de dos muertos y 89 heridos, informó el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro.
En su alocución, Santos dijo: «No vamos a permitir que unos desadaptados, que se aprovechan de la manifestación, atenten contra la estabilidad del país».
Este mismo viernes, ministros y funcionarios del Gobierno colombiano abandonaron las mesas de diálogo con campesinos que habían sido instaladas en Tunja, capital del departamento de Boyacá.
El paro nacional agrario comenzó el pasado lunes 19 por parte de pequeños productores de café, arroz, papa y cacao, junto a camioneros y ganaderos para exigir al Gobierno de Santos reivindicaciones para estos sectores y el cese de políticas neoliberales que favorecen a las transnacionales.