El fantasma de una acción militar de EE- UU, contra Siria y una nueva intervención en el mundo musulmán está generando emociones conflictivas, indignación y ambivalencia en todo Estados Unidos. La gente expresa recelo sobre el papel de su país como «policía mundial». Los ciudadanos expresan indignación moral ante las atrocidades que se cometen en la nación distante, mientras tratan de decidir quién es el bueno y quién el malo en una matanza sectaria. Mientras, Obama busca refuerzo a sus argumento en el Congreso, para iniciar una acción militar limitada, contra el régimen de Bashar al-Asad.
Con su credibilidad en peligro, Estados Unidos tiene que responder, dijo este domingo John Kerry, el secretario de Estado, en distintos programas de televisión
El gobierno del presidente Barack Obama se prepara para la mayor votación sobre política exterior desde la guerra en Irak al argumentar el domingo que nuevas pruebas muestran que el gobierno sirio usó gas sarín en un mortal ataque en agosto.
Con su credibilidad en peligro, Estados Unidos tiene que responder, dijo John Kerry, el secretario de Estado.
Por su parte, los legisladores, que en estos días no se ponen de acuerdo en casi nada y que todavía no han regresado de sus vacaciones de verano, han expresado opiniones fuertemente divergentes sobre si dar al presidente la autorización para atacar al régimen de Assad y qué significaría para la reputación de Estados Unidos negarle la autorización al comandante en jefe de las fuerzas armadas.
Kerry en la Tv
Kerry presentó las posturas de Obama en varias entrevistas en los programas dominicales de comentarios en la televisión estadounidense, donde resumió la información más reciente con que cuenta el gobierno sobre el ataque del 21 de agosto en suburbios de Damasco, que según Washington dejó 1.429 civiles muertos, entre ellos más de 400 niños.
El secretario de Estado indicó que las muestras recogidas por los socorristas se añaden a numerosas otras pruebas de que el gobierno sirio lanzó un ataque con armas químicas.
«Las muestras de cabello y sangre sometidas a pruebas han dado positivo a rastros de sarín», dijo Kerry. «Cada día que pasa los argumentos son más fuertes. Sabemos que el régimen ordenó este ataque. Sabemos que lo planearon. Sabemos desde dónde dispararon los cohetes. Sabemos dónde cayeron y conocemos el daño que causaron».
El sarín, que afecta el sistema nervioso y es tóxico en forma de líquido o gas, puede lanzarse en misiles, bombas, cohetes o proyectiles de artillería. Las leyes internacionales que rigen los conflictos armados tienen prohibido su uso. Las referencias a las muestras de cabello y sangre fueron las primeras pruebas físicas citadas por un funcionario del gobierno, que anteriormente sólo había hablado de un gas neurotóxico, sin identificarlo.
La aseveración de Kerry coincidió con el comienzo de una fuerte campaña del gobierno en busca de apoyo del Congreso, ahora que Obama ha declarado que esperará la autorización de la Cámara de Representantes y del Senado antes de ordenar cualquier acción militar.
Lobby en el Congreso
En el Capitolio, altos funcionarios del gobierno informaron en privado a legisladores las razones por las que Estados Unidos se siente obligado a tomar medidas contra el gobierno del presidente Bashar Assad. Están programadas más reuniones a puertas cerradas durante los próximos tres días.
El senador John McCain, republicano por Arizona, dijo que el lunes hablará con el presidente en la Casa Blanca sobre la situación en Siria.
Obama enfrenta la tarea de convencer a los estadounidenses escépticos y a sus representantes en el Congreso de la necesidad de otra ofensiva militar estadounidense en el mundo musulmán después de un decenio de guerra en Irak y Afganistán.
Es probable que el mandatario encuentre más apoyo en el Senado controlado por los demócratas que en la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, pero aun así enfrenta complicadas batallas en ambos. Algunos demócratas opuestos a la guerra y muchos republicanos respaldados por el movimiento conservador tea party se oponen a cualquier tipo de intervención, mientras que otros legisladores partidarios de acciones bélicas, como McCain, sienten que el presidente debe hacer mucho más para ayudar a los insurgentes sirios a derrocar a Assad.
Obama también trata de formar una coalición internacional, pero le ha costado trabajo encontrar aliados que lo apoyen porque éstos temen involucrarse en un conflicto que ha dejado más de 100.000 muertos en los últimos dos años y medio y ha atraído a grupos terroristas de ambas partes al campo de batalla.
Francia es el único país firmemente dispuesto a participar en la ofensiva. El Parlamento británico rechazó la semana pasada el uso de la fuerza en Siria.
Las Naciones Unidas solicitaron el domingo al jefe de su equipo de inspección de armas químicas que acelere el análisis de las muestras recogidas en Siria la semana pasada.
El gobierno de Assad, que ha negado las acusaciones del uso de armas químicas, se felicitó por la decisión de Obama de demorar cualquier acción militar inmediata. El viceministro de Relaciones Exteriores sirio, Faysal Mikdad, alegó que la medida refleja la falta de pruebas de que el gobierno sirio sea el culpable.
Opiniones en
Latinoamérica
Por otra parte, algunos gobiernos latinoamericanos manifestaron sus opiniones sobre la situación en Siria.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba indicó en una declaración oficial su «profunda preocupación» por el anuncio de Obama sobre un eventual ataque a Siria y exhortó al Consejo de Seguridad de la ONU «a que cumpla su mandato de impedir todo quebrantamiento de la paz y detenga una intervención militar que amenaza la seguridad internacional».
Por su parte, la cancillería colombiana expresó el domingo su apoyo a las gestiones del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y de su representante especial «para promover el necesario diálogo que ponga fin a las atrocidades vividas por la población siria como producto del enfrentamiento armado que lleva ya más de dos años».
La oposición de Siria le
pide apoyo a Congreso
La oposición siria llamó el domingo al Congreso de Estados Unidos a aprobar una acción militar contra el presidente Bashar al-Assad u dijo que cualquier intervención debería ser acompañada con más armas para los rebeldes.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el sábado que buscará el consentimiento del Congreso antes de adoptar acciones contra Damasco por su aparente uso de armas químicas, una medida que probablemente retrasará un ataque por al menos 10 días.
«Las dictaduras como Irán y Corea del Norte están observando de cerca cómo el mundo libre responde al uso de armas químicas por parte del régimen de Assad contra el pueblo sirio», dijo la coalición de oposición siria en un comunicado emitido en Estambul.
«Si el mundo libre no responde a una violación tan indignante de las normas internacionales, los dictadores en todo el mundo se verán alentados en sus esfuerzos por seguir el ejemplo establecido por Assad», agregó.
La oposición dijo que una falta de acción internacional por el conflicto en Siria, que ahora está en su tercer año, ha envalentonado a Assad y ha permitido que la violencia escale. Agencias
En Siria celebran la
«histórica retirada americana»
Siria saludó una «histórica retirada estadounidense» el domingo y acusó burlescamente al presidente Barack Obama de tener dudas y estar confuso después de que retrasó un ataque militar para consultar al Congreso.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo que pruebas demostraron el uso por parte de Damasco del agente nervioso sarín en los ataques con armas químicas perpetrados recientemente en áreas bajo control de rebeldes cerca de Damasco y expresó su confianza en que el Congreso «haría lo correcto» al decidir la respuesta.
Washington asegura que más de 1.400 personas, muchas de ellos niños, murieron en el ataque.
El Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Assad, reaccionó desafiante a la amenaza de una represalia occidental por el ataque químico del 21 de agosto, que afirma que fue perpetrado por los rebeldes.
Assad dijo que su país era capaz de hacer frente a un ataque externo, según fue citado por la televisión siria, pero dejó los comentarios más contundentes a un ministro de menor rango y a la prensa oficial.
Agencias