No todo lo que pensamos necesita del lenguaje. Pensamos en términos de imágenes, patrones en tercera dimensión, gestos corporales, movimientos y casi cualquier cosa que hemos experimentado.
Las personas que utilizan señas para sordos usan el lenguaje para pensar, pero lo hacen imaginando los movimientos de sus manos, no sonidos.
Si a un niño ciego o sordo nunca se le enseña un lenguaje, tendrá que depender de otras formas de pensar. A la mayoría, sin embargo, se les enseña un lenguaje por medio de algunos signos.
Uno de los casos más famosos es el de Helen Keller, quien se volvió sorda y ciega cuando tenía 19 meses de edad. Su maestra le empezó a escribir palabras en sus manos.
Keller llegó a ser una escritora y una activista política famosa. Se presume que pensaba usando este lenguaje del tacto.
BBC Mundo