Hombres encapuchados y vestidos de negro, se llevaron a los jóvenes, los torturaron y los mataron a balazos
María de Jesús Machado, madre de Jesús David y José Manuel Machado, de 19 y 16 años de edad, respectivamente, exigió justicia este miércoles cuando velaba en la funeraria La Capital de Roca Tarpeya, en Caracas, los cuerpos de los hermanos ultimados por un grupo armado la madrugada del lunes.
La madre exigió que se haga justicia y que la muerte de sus hijos no quede impune. Mientras relataba los momentos que vivió cuando el grupo de hombres de negro y encapuchados ingresaron a su vivienda, la mujer mostraba los hematomas que le causaron para impedir que ella obstaculizara el paso del jeep donde subieron a los hermanos.
Dijo que su hijo José Manuel sufrió un accidente a los 8 años de edad y eso limitó su desarrollo mental. Contó que junto a su hermano, se lo llevaron a la 1:00 de la madrugada del lunes. Los asesinos tocaron a la puerta de la vivienda y se llevaron a los jóvenes.
Los asesinos decían que eran policías. Uno sostenía en sus manos una “pata de cabra” que tenían por si la necesitaban para violentar la puerta. Le dijeron que eran de la Policía Nacional Bolivariana y que llevarían a sus hijos a la comisaría El Valle.
Aunque la mujer se aferró al jeep de color blanco donde subieron a sus hijos, los hombres la empujaron y le dieron patadas. También impidieron que una hermana de los muchachos, de apenas 15 años de edad, interfiriera en el supuesto procedimiento policial.
La mujer dijo que sospecha de un problema que en meses pasados sostuvo su hijo. José Manuel con un teniente en Fuerte Tiuna que le reclamó porque estaba tumbando mangos de una mata. El militar presuntamente le torció el brazo y ella lo denunció ante la Fiscalía, pero nunca enviaron ese expediente a los tribunales.
También recordó que uno de sus hijos mayores se unió a una joven a quien su mamá botó de la casa y ella la recogió en su hogar, en Valle Nuevo. Luego una tía de la muchacha la sacó de las residencias porque era menor de edad. El padre de esa jovencita, que es escolta, quería que se casaran y amenazó de muerte al joven.
Dijo que ninguno de sus hijos era delincuente. “No tomaban, no fumaban, ni consumían drogas”, agregó al acotar que el único problema con la justicia lo tuvo Jesús David, cuando fue detenido en una marcha hacia Fuerte Tiuna, para asistir a las exequias del presidente Chávez, porque se resistió a que le requisaran los bolsillos cuando unos militares le pedían la cédula.
El joven fue presentado ante un tribunal municipal que le dio la libertad y lo dejó a presentación cada 15 días.
AA