El consejo comunal Chaguaramos entregó en 2011, 20 viviendas del urbanismo Aquilino Mata (aún sin terminar) a personas que viven en Las Guevaras, municipio Díaz, por diferentes causas; algunos damnificados, otros por vivir en condiciones de riesgo y otros por vivir en condiciones de hacinamiento. Sin embargo, el viernes 30 de agosto se presentó una situación irregular, debido a que uno de esos beneficiarios presuntamente habría renegociado su inmueble.
Según refieren vecinos, Angélica Núñez y su esposo Trino Morillo vendieron sus enseres y negociaron la casa que les había sido otorgada a ellos el año pasado ya que fueron seleccionados por la misma comunidad porque vivían junto con tres niños en situación de riesgo.
En recorrido por el lugar se pudo observar que la vivienda está completamente vacía, sin equipos ni muebles.
La persona que presuntamente compró la vivienda es Dannys Villarroel, sin embargo ella aclaró que no cuenta con recursos para ello. Explicó que Trino Morillo le entregó la llave a una hermana de ella para cuidar la casa, mientras él cumplía unos compromisos personales fuera de la Isla.
Esto al parecer no fue bien visto por la presidenta del consejo comunal de Chaguaramos, Yolanda Fernández, quien intentó quitarle “a la fuerza” la llave, razón por la cual se fueron a las manos, denunció Villarroel.
Esta versión fue desmentida por Fernández, quien dijo que Villarroel y su hermana no estaban cuidando una vivienda, sino que estaban ingresando en ella sin autorización.“Ellas querían vivir en esa casa y eso no está permitido, porque las únicas personas autorizadas para estar ahí son aquellas que están en la lista que fue aprobada por la misma comunidad”, apuntó.
Asimismo, acusó a Villarroel de haber iniciado un ataque físico. Explicó además que mientras no se entregue la titularidad de las viviendas ese urbanismo sigue en manos del Estado.
Una vecina, quien pidió resguardar su nombre para no tener problemas, indicó que fue testigo presencial del hecho y además fue partícipe al intentar separarlas. Señaló que efectivamente hubo agresión verbal por parte de la vocera del consejo comunal, pero quien inició el maltrato físico fue Villarroel.
Carmen Maíz, prefecta de la parroquia Zavala, informó que no ha recibido en su despacho notificación formal sobre lo sucedido.
Con información de El Sol de Margarita