El ultraconservador cardenal peruano, Juan Luis Cipriani, tildó el sábado de «un sirvergüenza» al árbitro argentino Patricio Loustau por su polémico desempeño durante el partido que Perú perdió 2-1 de local contra Uruguay por las eliminatorias al mundial Brasil-2014.
«Yo nunca hubiera aceptado un réferi argentino, nunca, como dirigente y en el momento que veo cómo están maltratando a mis jugadores yo saltaría inmediatamente como hacen todos ellos alrededor del árbitro que es un sinvergüenza», dijo Cipriani, primer cardenal del Opus Dei en América Latina.
Cipriani inició su programa «Diálogos de Fe» en la radio RPP comentando sobre el duelo entre peruanos y uruguayos antes de pasar a hablar sobre la jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria que dirige desde Roma el Papa argentino Francisco.
«Podríamos decir que vinieron los uruguayos, nos pegaron, nos ganaron y encima se fueron dejando a un árbitro descalificado. Eso no me dejo», refirió mortificado el prelado al justificar la bronca de los hinchas contra el juez.
El cardenal, que fue capitán de la selección peruana de básquet en la década de 1960, criticó también la falta de «actitud» de los jugadores peruanos, pues en la cancha uno hace respetar su condición de local».
La prensa peruana consideró el sábado que la actuación del juez Loustau influyó en el resultado al no cobrar un penal a favor de Perú, permitir a los uruguayos jugar fuerte y expulsar a un peruano.
Dos hinchas intentaron agredir al juez al final del lance, pero la policía los contuvo. Lousteau tuvo que salir de la cancha bajo fuerte resguardo en medio de una lluvia de botellas de plástico.
La derrota de Perú deja al elenco inca virtulamente fuera del mundial Brasil-2014.
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