Cerca de un centenar de personas se concentraron hoy ante la Casa Blanca para protestar contra la posible intervención militar de Estados Unidos en Siria, en respuesta al presunto uso de armas químicas por parte de Damasco.
Los manifestantes, coordinados por varias organizaciones no gubernamentales, mostraban pancartas en contra de una eventual acción militar y en la que se afirmaba que la «guerra no es inevitable».
Desde la Casa Blanca, la marcha se dirigirá hacia el Congreso de EE.UU. para exigir a los congresistas que voten «no» a la petición realizada por el presidente estadounidense, Barack Obama, para que le autorice a llevar a cabo una acción militar «limitada» en Siria, en respuesta al supuesto uso de armas químicas por parte del régimen de Bachar al Asad en agosto.
Medea Benjamin, directora y activista de Code Pink, explicó a Efe que EE.UU «no tiene la autoridad moral para atacar Siria después del uso de napalm en Vietnam», y que debe ser las Naciones Unidas «respaldadas por la comunidad internacional» quienes actúen cuando se conozcan los resultados del informe de los inspectores internacionales que recabaron información en Siria hace una semana.
«Debemos buscar un a solución política y diplomática (…) Los estadounidenses no queremos una nueva guerra», indicó Benjamin ante la residencia presidencial.
Obama regresó la noche del viernes de San Petersburgo (Rusia), donde participó en la cumbre de líderes del G20, y en la que buscó consolidar el apoyo internacional para una respuesta contundente a Damasco.
La próxima semana el Senado de EE.UU tiene previsto someter a votación la petición de autorización del presidente estadounidense, y la Casa Blanca ha elevado la presión en los últimos días para conseguir el respaldo de legisladores tanto demócratas como republicanos, sin que por ahora esté claro el resultado.
EFE