Los Marlins no le están pidiendo a José Fernández que cambie su naturaleza ni quién es, sino calmarse un poco.
Después de que el cubano de 21 años de edad estuviera en medio de una controversia con los Bravos el miércoles, que resultó en que se vaciaran ambas bancas, el lanzador reconoció que lo hizo estuvo mal y que espera aprender de eso.
«Veo bien eso de las emociones, la energía y todo lo demás que trae al estadio», dijo el mánager de Miami, Mike Redmond. «Creo que eso es buenísimo, pero hay que saber cómo exhibir eso. Creo que es grandioso cómo es como compañero y la forma en que compite. Hay que saber actuar y conducirse en el montículo».
Fernández permitió una sola vuelta en 7.0 entradas de la victoria de los Marlins sobre los Bravos el miércoles, agregando su primer jonrón al bate como ligamayorista.
Los Bravos se molestaron con la forma en que Fernández observó y admiró su batazo. Cuando el receptor de Atlanta, Brian McCann, habló con el cubano acerca de eso en el home plate, se vaciaron las bancas de ambos equipos.
Después del partido, Fernández se reunió en los pasillos del Marlins Park con McCann y el lanzador de los Bravos, Mike Minor.
A la vez que Fernández expresó que lamentó lo sucedido, dijo que va a seguir siendo él mismo.
«Voy a continuar siendo quien soy», manifestó el joven. «Eso es lo que me permitió llegar hasta aquí. Fue un pequeño error ayer. Hablé con algunos de los jugadores con los que necesitaba disculparme, McCann y Minor.
«Creo que todo está bien», continuó. «Voy a seguir haciendo lo que hago y espero mejorar».
El primera base de los Marlins, Logan Morrison, reconoció que Fernández se pasó de la raya luego de su cuadrangular, pero notó que los Bravos habían hecho algunas cosas para provocar al novato. Chris Johnson sostuvo una discusión con Fernández.
Y cuando Evan Gattis le conectó jonrón a Fernández en el sexto inning, se quedó mirando al cubano, algo que subió las tensiones.
Joe Frisaro / mlb.com