El Banco Municipal de Sangre de Caracas, con casi 70 años al servicio de personas que padecen enfermedades sanguíneas, está en al borde de cerrar sus puertas dado que el presupuesto que le es consignado mensualmente, no representa ni el 5% de lo que requieren para mantener el lugar. Falta de insumos, máquinas dañadas y escasez de personal lo conducen a lo que parece ser el fin de sus días
Mensualmente, el Banco Municipal de Sangre en Caracas (BMS), atiende a unos 3 mil 500 pacientes que padecen enfermedades hematológicas, cifra que sus trabajadores han tratado de mantener a pesar de las carencias económicas, que al pasar los días, lo conducen a un final inevitable, según ellos mismos lo aseguran.
El mantenimiento de este instituto le compete al Ministerio para la Salud, el que cada mes le confiere unos recursos que suman unos 120 mil bolívares. Dicho monto, es considerado insuficiente por la directiva del centro, puesto que no alcanza para cubrir todas sus necesidades, como abastecerse de insumos, reparar las máquinas dañadas o adquirir nuevas, costear los exámenes de laboratorios, entre otras.
Para José Luis López, jefe del departamento de Clínicas Hematológicas, el problema radica que el ente competente, califica al BMS como un “ambulatoria tipo 2”, lugares que sólo se atienden a personas con problemas menores como diarreas, fiebres o vómito, y donde quizás tal cantidad de bolívares sea suficiente, pero no es así para el Banco.
Por ende, señaló que requieren de al menos 2 mil 500 millones mensuales para el buen funcionamiento del lugar, es decir, actualmente no reciben ni el 5% de lo que demandan, lo que los ha obligado a declarara un cierre técnico, que prevén será definitivo si el panorama no cambia.
Consecuencias
López, puntualizó las consecuencias de los deficientes recursos que reciben, iniciando por la calidad de atención a los pacientes.
“Nada hace el médico sentando a un enfermo al frente, si no le puede resolver el problema y por ende tratar su padecimiento. Dado que, en nuestros laboratorios, no funcionan debidamente las herramientas para realizar los exámenes que precisarán sus dolencias, haciendo que la calidad de atención disminuya”, lamentó.
También, destacó la “deserción masiva” del los empleados. Sólo en el presente año, más de 60 enfermeras han renunciado, la mitad de las bioanalistas que tenían disponibles, entre algunos médicos, cuyas bacantes nadie quiere ocupar por el salario que perciben y por las agresiones del ambiente de trabajo.
“Si el lugar donde ejerces no es agradable, porque ves como se te mueren los pacientes por mengua, porque no tienen una actividad científica constante, porque no tienes como hacer un diagnóstico certero… Simplemente les es mejor irse, y con toda la razón del mundo”, detalló.
También, se quejó del estado de la infraestructura. El aire acondicionado en las salas de atención no funciona, de los dos ascensores existentes sólo presta servicio uno, de siete baños únicamente están activos dos, mientras que la planta eléctrica falla varias veces en la semana.
Altamente especializado
Por su parte, Arlette Ruiz, Jefa del Departamento de Investigación y Docencia, explicó que para que esta situación cambie, el BMS debe ser calificado como es “un centro altamente especializado para la atención de pacientes hematológicos” y no sólo como un ente receptor de donantes de sangre, labor que también realizan.
“Esto no es un banco de sangre, aunque su nombre así lo indique. Aquí funciona un instituto único en sus características, donde son referidos pacientes de todo el país con trastornos de trombosis, plaquetas, sangrado, enfermedades malignas hematológicas de alta complejidad, con grupos sanguíneos inusuales que necesitan transfusión y otras”, resaltó.
Pacientes claman ayuda
María Guevara, padece leucemia desde hace dos años, recibe un tratamiento semanal del cual depende su salud. Asegura que día a día mejora, lo cual no duda en agradecerle al servicio y atención que le ha sido prestado en el Banco Municipal de Sangre.
Explica que conoce las deficiencias que tiene el instituto, por lo que pide que el Estado y al Ministerio para la Salud, otorguen los recursos que le centro requiere, ya que representa una gran ayuda para los que como ella, padecen enfermedades hematológicas.
“Esto es un gran beneficio, porque todo te lo dan gratis. Hay personas enfermas que apenas están empezando la vida, sería una lastima que ya no tengan este lugar para acudir. Por eso, todo lo que el Banco necesita, el Estado debe entregárselo”, exigió.
De interés
**** El Banco Municipal de Sangre (BMS), institución con casi 70 años de fundada, que atiende mensualmente a unos 3 mil 500 pacientes con enfermedades hematológicas, actualmente presenta un déficit presupuestario de más del 95%.
**** En el último año, han renunciado unas 60 enfermeras, así como bioanalistas y médicos.
**** El BMS no posee equipos necesarios para su labor. De los cinco congeladores que ostentaban sólo funciona uno, así como la carencia de máquinas centrífugas, entre otros.
**** Los exámenes que anteriormente tenían la capacidad de realizar, eran únicos en todo el país y completamente gratuitos. Pero dado a las deficiencias de presupuesto que afecta directamente al laboratorio y sus máquinas, los pacientes de leucemia aguda, por ejemplo, deben llevar sus muestras a laboratorios extranjeros, por sumas que superan los 54 millones de bolívares, que en ocasiones son financiados por el Estado.
**** Con 54 millones de bolívares, en el BMS se podría realizar unos 25 a 30 exámenes del mismo tipo.
Anabel Barrios Díaz e-mail: abarrios@diariolavoz.com