Durante este fin de semana, dos mujeres fueron asesinadas en la Gran Caracas. En un sector de la carretera de Sisipa, en Baruta, fue hallada sin vida Maryorie Sujei Tovar, de 35 años de edad, madre de cuatro niños que fue degollada después de ser ultrajada por los homicidas.
LaVoz (Especial).- La noche del sábado estuvo compartiendo con unos primos en el sector. A las 11:35 alquilo desde la calle, un teléfono para llamar a su hermana que vive en Puerto La Cruz, estado Anzoátegui. La felicitó por su boda que tenía pautada para el sábado y se excusó por no poder acompañarla en un momento tan importante como ese.
Dayana Tovar, tuvo que suspender su matrimonio. Al amanecer, una vecina fue hasta la casa de su madre y le dijo que su hermana Maryorie estaba tendida muerta en la carretera. Descubrió el cadáver cuando salió rumbo al mercado, por la compras del día, a las 4:30 de la mañana.
Se presume que la mujer fue sometida de regreso a su casa, tras la llamada que hizo a su hermana. “Nadie tiene la menor idea de quién pudo hacerle esto”, dijo la consternada hermana de la víctima.
El homicidio ocurrió a solo dos cuadras de la vivienda. Maryorie Tovar, estaba separada del padre de sus cuatro hijos, y se dedicaba al hogar. El Cicpc investiga para tratar de identificar a los responsables del crimen. La ropa y pertenencias de la víctima desa- parecieron. Se maneja que los autores las robaron.
En otro hecho de sangre, fue asesinada Sandra Pérez Orozco, de 34 años de edad. La mujer vivía en el sector Paraíso Azul, en Catia La Mar. Este sábado fue a visitar a su madre en el barrio El Limón de la carretera vieja Caracas-La Guaira, para lavar la ropa de su casa porque tenían varios días sin el suministro de agua.
Despúes de la medioanoche, cuando madre e hija, regresaban de una reunión, quedaron atrapadas en un tiroteo. La mujer recibió un tiro en el cuello cuando tres antisociales dispararon contra otro grupo. Se dice extraoficialmente que el homicidia en un habitante de la zona que se congrega en una iglesia cristiana.
Pérez Orozco dejó tres hijos. Tenía un puesto de venta de ropa de niños en la avenida El Ejército de Catia La Mar. Con dos crímenes se elevó a 115 el número de mujeres asesinadas en la Gran Caracas durante el 2013.
LAVOZ/AA