El Gobierno calificó como un «evento único» el enfrentamiento registrado el lunes en una cárcel del occidente del país que dejó al menos 16 muertos y defendió sus esfuerzos para reducir los niveles de violencia al interior de los centros penitenciarios.
«Este es un evento único», afirmó el vicepresidente Jorge Arreaza, en una declaración transmitida por el canal estatal Venezolana de Televisión.
Arreaza dijo además que los atrasos procesales en los juicios que se le siguen a los presos, uno de los problemas más comunes en las cárceles del país, «han disminuido significativamente».
«El retardo procesal pasará a ser un mal recuerdo en la historia de la justicia penal en Venezuela», prometió para luego pedir una mayor coordinación entre el Poder Judicial, la Fiscalía y el Ministerio de Asuntos Penitenciarios en pro de agilizar la entrega de justicia.
«El Poder Judicial va a tomar algunas medidas para que todos, fiscales, defensores, estén coordinados y no se justifique ningún tipo de retardo judicial», indicó.
El vicepresidente habló un día después de que se conociera que un sangriento choque entre bandas de la cárcel de Sabaneta, en el occidental estado de Zulia, dejó un saldo de al menos 16 presos muertos, en un incidente que volvió a poner sobre el tapete la crisis crónica que sufre el sistema penitenciario venezolano.
La ministra de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, tenía previsto trasladarse hacia Zulia para anunciar allí «unas decisiones que se han tomado en conversación, en consulta permanente con el presidente Nicolás Maduro», dijo Arreaza sin dar más detalles.
El sistema penitenciario venezolano padece una crisis crónica por el ingreso de armas y estupefacientes a las cárceles y altas tasas de asesinatos y delitos, un problema que el fallecido presidente Hugo Chávez llegó a tildar de «cáncer».
Según el Observatorio Venezolano de Prisiones, en los primeros seis meses de este año, 289 reos perdieron la vida en las cárceles del país, que albergan a 52.933 reclusos pese a contar con capacidad para apenas 16.539.
El enfrentamiento del lunes, la peor tragedia carcelaria en lo que va de año en el país después de la ocurrida en enero pasado en el penal de Uribana (oeste) que dejó 58 muertos, colocó nuevamente la situación de las cárceles en el centro de la discusión política venezolana.
El líder opositor Henrique Capriles se refirió hoy a lo ocurrido durante un acto como gobernador del estado de Miranda (centro), donde lamentó el incidente y se solidarizó con las familias de las víctimas.
«¿Qué tiene que pasar en Venezuela para que las cárceles sean centros para rehabilitar, para darle la oportunidad a los que se equivocaron de salir de allí con vida y salir para incorporarse a la sociedad para ser hombres y mujeres de bien?», se preguntó.
«Desde aquí yo les mando la solidaridad a esas familias, porque el Estado no tiene respuestas para ellas», agregó. EFE