El jardinero central se robó cuatro bases contra los Astros y parece haber llegado para quedarse en las grandes ligas
Su nombre sobresale, por fuerza, en medio de la intensa pugna por el título de la división Central y el comodín de la Liga Nacional. Porque, llegado apenas hace 15 días a grandes ligas, su presencia en las bases es tormento de lanzadores y receptores.
Billy Hamilton, por lo visto, llegó para quedarse. Y para dejar números. Por lo pronto se muestra como candidato ideal para proseguir el camino en la especialidad que reabrió el venezolano Luis Aparicio y tiene su mejor expresión de la modernidad en Ricky Henderson: el robo de bases.
La “flecha”, el “rayo” está en Cincinnati, donde desde su arribo el 3 de septiembre puso en boga “el efecto Hamilton”, pues cada vez que sale a correr de emergente se roba la segunda, revalidando los créditos del récord de 155 estafas en ligas menores.
Antenoche, contra los Astros, al llegar al estadio se vio en el line up, como jardinero central y noveno bate, en lo que significó su primera apertura. No pudo ser mejor la respuesta: 3 hits en 4 turnos, incluyendo su primer doblete y su primera carrera impulsada, tres anotadas y cuatro bases robadas, esto último para llegar a 9 en igual número de intentos y menos juegos que robos, 8. Anduvo “toda la noche” en las bases, pues además recibió un boleto.
De inmediato, por supuesto, los cronistas se fueron a los libros. Es el primero que cuadruplica en su primer juego como abridor, e iguala para los Rojos los que pegó Felipe López el 6 de mayo de 2010. Hay una marca mejor, porque Ryan Fred se apunto 5 el 27 de julio de 2005, pero ya la velocidad de Hamilton y su habilidad para el robo de bases está dando mucho que hablar e incluso una de sus corridas exitosas de primera a segunda fue a pesar de la bola franca pedida por el receptor.
Jay Bruce, impulsor de 3 carreras -incluso las decisivas, la primera de ellas anotada por Hamilton-, compartió honores en un triunfo 6-5 en 13 entradas que dejó a los Rojos a 2 y medio del líder de la division, San Luis, y a medio de los Piratas. Con cierre de Aroldis Chapman, que permitió una carrera (abrió con boleto y siguió con wild pitch) pero consiguió su 37o salvado (de 42) y su ponchado 106 en 60.2 entradas.
Ahora en Cincinnati no solo está pendientes de la velocidad de los lanzamientos de Chapman. También tiene, para medir velocidad, las carreras de Billy Hamilton entre primera y segunda. Viene con “back-groud”, 155 robos en 2012, 103 en 2011, 75 este año y un total de 395 en 123 juegos. AN