Éste es el habitual escenario que se observa en los alrededores de este concurrido centro comercial, ubicado en la Av. Casanova de Sabana Grande, donde una gran cantidad de transeúntes están siendo amenazados constantemente por este flagelo
LaVoz (Especial).- “Inseguridad hay en todos lados”, dice una comerciante ambulante Maricarmen Torres para justificar su presencia en las afueras del Centro comercial El Recreo, su lugar de trabajo. Sin embargo, admite haber escuchado “muchos cuentos” en los alrededores de este establecimiento. “Todos los días trato de estar pendiente de mis cosas y vengo a trabajar acompañada, porque temo que me vayan a robar, o se prenda un tiroteo”.
Por lo general se reportan a diario casos que ponen el peligro la vida de personas inocentes, que aunque todos se enmarcan con el tema de la inseguridad, se registran bajo diferentes situaciones: asaltos, arrebatones, hurtos, incluso, los escenarios de prostitución, tráfico y consumo de droga también han creado un ambiente inseguro, dado que casi siempre termina en riña sangrientas, según así lo denuncian la comerciante.
El suceso más reciente se registró la mañana de este viernes en la Avenida Casanova, con calle El Colegio, donde una pareja -identificada como Maikol Rivero (26) y María Elizabeth Contreras Pinto (29)- quedó tendida sobre el pavimento con múltiples disparos, presuntamente por problemas de droga.
Sembró pánico
Este suceso, volvió a encender la angustia de aquellos que confiaron en la posibilidad de que el Plan Patria Segura reduciría los índices de violencia, destaca la comerciante, quien relató que en las quejas de los vecinos y vendedores amenazados, frecuentemente se afirma que este “programa de seguridad ha dado poca efectividad en zona”, denuncia Torres.
Cuenta que la delincuencia organizada es representada por un banda apodada “El Mariquito”, la cual es liderada por un travesti y seis mujeres, que se encargan de despojar de sus pertenencias a sus víctimas de forma silenciosa, utilizando hojillas y bisturís para romperles su bolsos y extraerles los objetos de valor.
Modus Operandi
Este grupo opera de manera organizada, por lo general capturan a su víctimas al cruzar en el semáforo justo en que comunica la entrada principal de El Recreo, en la que hábilmente le rompen los morrales a las personas. Pero en caso de que la víctima haya observado al ladrón sustraer sus pertenencias, tampoco puede corroborar su culpabilidad, ya que la mercancía es traspasada a otros de su integrantes.
Otras de las zonas que usa este grupo delictivo es la calle Villaflor, transversal que comunica el Boulevard de Sabana Grande. Aquí los ladrones montan un show de parejas enamoradas, a fin de despistar a los transeúntes, pero en el momento más propicio rodean a la víctima y la despojan de sus objetos.
Policías de adorno
Al ver pocos resultados en medidas de seguridad, los comerciantes y vecinos nuevamente insiste en que haya un control por parte del Gobierno con más firmeza.
”Nosotros vemos que la policía está fijada en un sólo punto de control sin patrullar la zona, pues llegó el momento de actuar y armarnos de valor para evitar muertes y traumas, específicamente en esta zona es un problema de todos y cada uno tenemos que colocar de nuestra parte para resolver esta cruda realidad” .
Así concluyó un conductor de la Asociación Cooperativa de Taxista del El Recreo,- quien prefirió omitir su identidad- resaltando que los centros comerciales son lugares de compras, de reunión y también de esparcimiento. Sin embargo, estas estructuras de concreto también deben luchar contra la inseguridad tanto dentro como en sus alrededores, especialmente para ofrecer garantías a sus visitantes.
Medidas de seguridad
“Cada quien se adapta la rutina a sus necesidades”. Dijo Maricarmen Torres quien prefiere en sus tiempo libres visitar a otro centros comerciales.
“Nunca hay demasiada gente, como en el Centro Comercial El Recreo, cuando voy a pasear con mis hijos o a comprar algo procuro estar atenta a las personas que andan merodeando los lugares a los cuales entro; dónde se paran, qué están haciendo y no hablo con extraños. Tampoco me manejo con dinero en efectivo; si voy a pagar algo, lo hago con tarjeta o cheque”.
La seguridad y la necesidad de preservar la integridad también son consideradas por los visitantes de los centros comerciales, finalizó.
Mairy Chourio | mchourio@diariolavoz.net