Al menos 16 personas murieron este domingo y otras 35 resultaron heridas en una explosión durante un funeral en un barrio de mayoría suní de Bagdad, un día después de un doble atentado en una zona de predominio chií de la capital que causó 78 víctimas mortales.
Según explicó a Efe una fuente policial, un suicida hizo detonar el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo en medio de las exequias.
La explosión tuvo lugar en el barrio de Al Dura, de mayoría suní y situado en el sur de la capital, agregó la fuente, que no descartó que la cifra de muertos pueda aumentar en las próximas horas.
Con este atentado suicida se elevan a 24 las víctimas mortales en esta jornada, cuando se perpetraron varios ataques en distintos puntos del país.
Cuatro jóvenes perecieron al ser disparados por un grupo de hombres armados mientras compraban bebidas en una tienda de la zona de Al Azamiya, en el norte de la capital.
Dos policías murieron por el estallido de un artefacto al paso de su patrulla en la localidad de Al Eid, al sur de la ciudad septentrional de Mosul, y dos civiles perdieron la vida en un ataque armado en el sureste de Bagdad.
Estos sucesos ocurren un día después de que 78 personas murieran y 202 resultaran heridas en un doble atentado en el distrito de mayoría chií de Ciudad Sader, en el este de Bagdad.
El representante especial de la ONU en Irak, Gyorgy Busztin, condenó hoy dicho atentado e instó a las autoridades iraquíes y a los líderes políticos a que frenen «la espiral infernal de violencia».
«La venganza solo puede traer más violencia y es responsabilidad de todos los dirigentes tomar medidas para evitar una mayor escalada», subrayó.
Los atentados terroristas han aumentado en los últimos meses en Irak, los más sangrientos en cinco años, lo que llevó a la mayoría de los líderes políticos a firmar hace dos días un pacto de «honor y paz social» para tratar de detener el derramamiento de sangre y la violencia sectaria.