Algunos con asombro, otros con burla, pero todos se preguntan “¿Cómo pasó esto?” ¿Cómo es posible que un proyecto político que hace apenas dos años parecía invencible, hoy sea rechazado hasta por sus propias bases? ¿Cómo ocurrió que los mismos venezolanos que apenas ayer decían “con Chávez todo”, hoy dicen “con Maduro nada” y “con Diosdado menos”? Quizá las siguientes tres historias, ocurridas todas ésta semana, puedan proporcionar algunas pistas…
“EXPLOTANDO EN NOMBRE DEL SOCIALISMO…”
José Zegarra (si, así, con “z”) es militante del PSUV, y dirigente de la Unión Bolivariana de Trabajadores, concretamente del sindicato de la UBT que agrupa a los obreros de la Gran Misión Vivienda Venezuela que laboran en el marco del Convenio Rusia-Venezuela, Fundación “Venerus”, encargado de la construcción del urbanismo “Ciudad Tiuna” ubicado en los antiguos terrenos del Fuerte Tiuna, en el sur de Caracas. Si lo que José Zegarra denunció el miércoles de esta semana, 18 de septiembre, en El Radar de los Barrios es cierto, el país está de verdad ante un caso flagrante de traición a la patria: Primero reveló que aunque la propaganda oficial habla de “Convenio Rusia-Venezuela” la empresa constructora no es del gobierno ruso sino de unos empresarios privados de ese país, que para colmo son una “empresa de maletín” que “ a pesar de que cobra en dólares” no tienen ni maquinarias para trabajar ni recursos para garantizar la seguridad social a los trabajadores (“aquí al que tiene un accidente laboral lo mandan para su casa y no le pagan nada”); el dirigente chavista denunció igualmente que la empresa Venerus Construcción e Industria paga sólo la mitad de los cestatikets que corresponde, además de retrasarse sistemáticamente en el pago del salario (“los obreros debemos cobrar los viernes, generalmente pagan el lunes siguiente y esta semana es miércoles y aún no han pagado”); Refiere el dirigente laboral socialistas que los trabajadores venezolanos en Ciudad Tiuna no cuentan con servicio médico de emergencia en la obra, no hay baños ni comedores, y son permanentemente amenazados si se atreven a protestar.
“Aquí están unos efectivos militares, de la Guardia Nacional Bolivariana, adscritos al CORE 5, y del SEBIM, pero no están para proteger los derechos de los obreros venezolanos sino para proteger a los patronos rusos”, afirmó Zegarra, antes de denunciar algo más grave aún: “Nos dirigimos a la Comandancia General de la Guardia Nacional y allí nos indicaron que no sabían porque esos efectivos estaban allí, que no les correspondía estar allí”. Con claridad, el dirigente de UBT y militante del PSUV denunció el cerco que los medios oficiales ha tendido para invisibilizar esa protesta, y afirmó: “Por protestar nos dicen saboteadores. Quienes dicen eso son los verdaderos apátridas. No por pertenecer a un partido político renunciamos a nuestros derechos laborales y constitucionales. Somos revolucionarios, pero el revolucionario tiene que ejercer la crítica y la autocrítica…”
AYUNO POR LA VERDAD
Manuel Sánchez aún está inscrito en el PSUV, donde participó activamente por largos años. Fue también trabajador de la Misión Mercal, y es habitante del sector El Guanábano, Carretera Vieja Caracas-Los Teques. Esta semana Manuel cumplió un ayuno de 12 horas frente a la Fiscalía General de la República reclamando respuesta del Estado Venezolano tras cinco años de incumplimiento. Resulta que para “garantizar” que la conexión del Metro de Los Teques con la Estación Las Adjuntas del Metro de Caracas estuviera “a tiempo” para hacer campaña en las elecciones presidenciales del año 2006 los ingenieros del Metro cambiaron el trazado original de esa vía, que era por encima del rio, y realizon túneles, para lo que perforaron con explosivos las montañas, destruyendo los barrios que desde hace décadas se asentaban encima de estas. Al día de hoy aun el Estado no ha cancelado las indemnizaciones a casi 270 familias, que en consecuencia se ven obligadas a seguir viviendo en esas montañas, entre los escombros de lo que alguna vez fue una comunidad viva, a merced del hampa y de las alimañas. Desde las autoridades de la C.A. Metro de Caracas hasta Elias Jaua cuando era vicepresidente de la República, es impresionante la lista de altos burócratas gobierneros que, según el camarada Sánchez declaró al Radar de los Barrios, les han prometido soluciones sin cumplirlas jamás.
ACUSADOS DE “ECOTERRORISTAS” … POR DEFENDER EL AMBIENTE!
En Naiguatá, estado Vargas, decir “Zulay Molina” y decir “chavismo” es la misma cosa. Zulay es vocera del Consejo Comunal en el barrio donde vive e incluso es representante del Consejo Federal de Gobierno en la Parroquia Naiguatá. Pero todas esas credenciales revolucionarias no han impedido que los enchufados del gobierno regional hayan emprendido contra ella y sus vecinos una operación de hostigamiento y acoso.
Hace tres meses, unos vecinos denunciaron a través del Radar de los Barrios que en la cuenca del Rio Naiguatá una empresa, con el visto bueno del gobierno regional, estaba operando una cantera, con un considerable impacto ambiental. A raíz de esa denuncia vecinos chavistas, opositores e independientes se unieron en un Comité por la Vida para luchar por el rescate de la cuenca y paralizar lo que denominaron “ecocidio”. En Vargas este es un tema muy sensible, porque fue precisamente en aquellos lugares en los que se operaban canteras donde se produjeron los mayores desprendimientos de rocas cuando la tragedia de 1999. Los vecinos de Naiguatá iniciaron esta lucha ambientalista y en vez de encontrar a un gobierno respetuoso del Poder Popular se toparon con una respuesta agresiva. Lo primero que hizo el gobierno fue militarizar el área, para impedir que otros ciudadanos pudieran llegar hasta el lugar y constatar el impacto ambiental denunciando. Lo segundo fue que un grupo de personas que Zulay Molina califica como “fascinerosos”, presuntamente ac se han dado a la tarea de repartir unos papeles injuriosos, donde califican a Zulay y a otros vecinos como “ecoterroristas”… ¡precisamente por haberse atrevido a defender el ambiente!
EL QUE LE PEGA A SU FAMILIA SE ARRUINA
La oligarquía roja, con su ineficiencia, su corrupción, su prepotencia, está agrediendo a todo el pueblo, incluyendo a las bases chavistas. Estas tres historias son apenas una muestra homeopática de como la distancia entre la dirigencia oficialista y su base social (brecha que siempre ha existido, pero que antes era disimulada por la popularidad del Presidente Chávez) ya no es una grieta, sino un abismo. Por ese abismo caen en picada los grises burócratas que a punta de propaganda y realazos tratan de mantener la ficción de un poder que nunca tuvieron, pero que pretendieron “heredar”. Antes, esos burócratas usaban la imagen de Chávez como portaaviones, para llegar sobre su prestigio a posiciones que jamás hubieran alcanzado si sólo hubieran dependido de su talento, trabajo o trayectoria. Una vez ausente Chávez, saben ya que el “portaaviones” no existe, pero intentan aun usar la imagen del presidente fallecido como paracaídas que haga más lento su inevitable descenso.
Pero el descenso es seguro: ¿Alguien ha visto alguna vez a un paracaidista “cayendo hacia arriba”? Este país está en transición. No se trata de “candelitas”. Se trata del agotamiento de un proceso. Todo el mundo, dirigentes y ciudadanos, debemos estar a la altura de lo que viene: un cambio de verdad, democrático, pacífico y constitucional, hacia la democracia, el bienestar económico para todos y la libertad.
Palante!
RADAR DE LOS BARRIOS / Jesús Chuo Torrealba / Twitter: @chuotorrealba