Este lunes, el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, realizó una inspección a los trabajos de recuperación del Centro Francisco de Miranda N1 del Servicio de Protección Integral del Niño, Niña y Adolescente del estado Miranda (Sepinami), ubicado en Los Teques, desde donde reiteró que los centros penitenciarios del país deben convertirse en espacios para la rehabilitación de los privados de libertad.
“Si bien este es un centro de rehabilitación para adolescentes y no para adultos, nosotros estamos mostrando otra cara de lo que puede ser el Sistema Penitenciario del país. En este lugar los jóvenes tienen la oportunidad de reeducarse y ser reinsertados a la sociedad. En esta nueva área tendremos 40 jóvenes, mientras que en todo el servicio ya tenemos 160 muchachos que se encuentran formándose para convertirse en hombres y mujeres de bien”.
Capriles se refirió a las respuestas que da el Gobierno central a los privados de libertad y a sus familiares cada vez que se presentan revueltas en los penales venezolanos.
“Ellos dijeron que iban a construir 15 cárceles en el país y sólo han hecho una en Coro. Llevan 15 años en el poder y ahora es que se dan cuenta que hay problemas en Sabaneta y que había familiares viviendo allí. Este gobierno no tiene la voluntad de solucionar el problema. No es posible que las autoridades dentro de nuestras cárceles sea un ‘pran’, cuando uno va a una cárcel es a pagar una condena, aprender y regenerarse para al salir ser una persona de bien capaz de ser reinsertado a la sociedad. Ese ministerio no sólo ha sido un fracaso sino una burla para los presos y sus familias. Estoy seguro que si cierran ese ministerio le harían un gran favor al sistema penitenciario venezolano. Si no me creen saquen la cuenta de cuántos asesinatos han ocurrido desde que se creó”.
Insistió en que el problema del sistema penitenciario no se soluciona cerrando cárceles. “Aparecen cada vez que ocurre una masacre en un recinto y creen que el problema se soluciona cerrando el centro y redistribuyendo a los privados de libertad. Lo que hacen es trasladar el problema a las otras cárceles. Cuando ocurrió la masacre de Uribana no hubo ni una sola palabra de condolencia para sus familiares. Resulta que ahora el problema de hacinamiento se traslada a las áreas de detención de todas las policías municipales y regionales porque el gobierno cree que el problema va a desaparecer al negarles la entrada a los centros nacionales. La realidad es que ellos no quieren que se solucione este problema porque se acabaría la corrupción en torno al sistema. Ellos no se ocupan de nuestros problemas sino de agudizarlos a través de la politiquería, una muestra de que nosotros no tenemos nada que ocultar y que tenemos toda la disposición de solucionar el problema es que ustedes están aquí (los periodistas) con sus cámaras haciendo un recorrido con nosotros, intenten entrar en algún centro que les pertenezca a ellos a ver qué pasa”.