Julius Karangi, jefe del estado mayor del Ejército de Kenia, calificó a los atacantes de «un grupo multinacional» y dijo que no tenían ninguna posibilidad de huir: «Si quieren, se pueden rendir. No tenemos intención de dar un paso atrás». Insurgentes causaron la muerte de al menos 62 personas
Las fuerzas armadas keniatas estrecharon el cerco el lunes sobre los islamistas que mantienen a un grupo de rehenes en un centro comercial de Nairobi, en el tercer día después de que un ataque por parte de la organización somalí Al Shabaab causó la muerte de al menos a 62 personas.
No estaba claro cuántos hombres armados y cuántos rehenes hay todavía en el centro comercial Westgate, varias horas después de que se produjeran una serie de fuertes explosiones y disparos, seguidos por una densa columna de humo negro que fue creciendo desde una parte del recinto.
Siguiendo el patrón de los días previos, las ráfagas de disparos y la actividad han estado seguidas de largos periodos de calma.
El ministro del Interior de Kenia, Joseph Ole Lenku, dijo en conferencia de prensa que los atacantes armados habían provocado el humo al incendiar colchones en un supermercado del centro comercial, y agregó que dos de los «terroristas» murieron el lunes. Otro de los atacantes había fallecido el sábado.
Los extremistas -todos hombres, aunque algunos llevaban ropas de mujer durante el ataque- proceden «de todo el mundo», dijo el jefe militar de Kenia, quien añadió: «Estamos aquí combatiendo el terrorismo mundial».
Autoridades de seguridad en el lugar habían dicho que las explosiones que se escucharon a la hora del almuerzo el lunes habían sido causadas por fuerzas kenianas que trataban de entrar.
El presidente Uhuru Kenyatta se negó el domingo a retirar las tropas kenianas de Somalia, donde han acorralado y llevado a una posición defensiva a al Shabaab en los últimos dos años, como parte de la misión de paz respaldada por la Unión Africana en toda la frontera norte.
El mandatario, que perdió a un sobrino en la matanza del sábado, se comprometió a mantenerse firme en la «guerra contra el terrorismo» en Somalia y dijo que las fuerzas kenianas podrían terminar con la toma de rehenes.
En Washington, autoridades dijeron que estaban vigilando los esfuerzos de al Shabaab para reclutar miembros en Estados Unidos pero que no tenía información sobre la participación de ningún estadounidense en el ataque de Nairobi.
El presidente Barack Obama dijo que Washington estaba ofreciendo a Kenia toda la cooperación posible en la gestión de lo que llamó una «terrible atrocidad».
Agencias