NUEVA YORK. Sin rodeos ni preámbulos, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dedicó sus primeras palabras como oradora en la Asamblea General de la ONU que comenzó esta mañana para denunciar el programa de espionaje diplomático y económico por parte de Estados Unidos en su país, y consideró que Washington «quebró el derecho internacional» y «violó la soberanía» de su país con esas intercepciones.
Rousseff fue la primera oradora del debate, después de la apertura del secretario general, Ban Ki-moon, y del presidente de la sesión, John Ashe. Barack Obama habló después de ella, pero no respondió a sus dichos.
Enfurecida con el espionaje a sus propias comunicaciones, las de de sus asesores y las de la petrolera estatal Petrobras, la presidenta brasileña canceló la semana pasada una visita de Estado a Estados Unidos prevista para fines de octubre.
«Semejante injerencia [a las comunicaciones privadas] es un quebrantamiento del derecho internacional y una afrenta a los principios de las relaciones entre los países, especialmente si son amigos», dijo la mandataria, sobre el programa de espionaje que develó el ex empleado de la CIA, Edward Snowden.
Agencias