La nueva línea de crédito de US$ 5.000 millones suscrita con China por el gobierno venezolano mantiene el ritmo vertiginoso del endeudamiento que lleva la República, cuya deuda total se estima que cerraría en 2013 en aproximadamente US$ 215.328 millones, equivalente a 60,0% del PIB, lo que constituye una verdadera hipoteca, según el análisis del Coordinador del Area Económica de la Mesa de la Unidad Democrática, José Guerra.
El economista manifestó severas críticas para la total opacidad que envuelve esos acuerdos, los niveles exorbitantes de la deuda, que superaría para este año el monto de las reservas internacionales en el BCV, su contratación al margen de la Asamblea Nacional y la entrega de la explotación del yacimiento de oro Las Cristinas, todo lo cual lo lleva a expresar el más categórico rechazo de la Mesa de la Unidad a la política de endeudamiento del gobierno.
“Es un sin sentido que el país se esté endeudando en divisas para financiar gasto corriente en bolívares que pueden programarse en el presupuesto nacional y financiarse con ingresos ordinarios. Es criterio firme de la Unidad que la deuda contraída en divisas debe aplicarse a la financiación de proyectos de inversión que generen moneda extrajera para poder cancelar la deuda contratada sin afectar la inversión social”, declaró el vocero de la Mesa de la Unidad.
Para Guerra, las gestiones de Nicolás Maduro y Rafael Ramírez en China son un intento desesperado del gobierno en busca de recursos para tratar de solventar el enorme déficit de divisas que sufre la economía venezolana. Una crisis de divisas que ha llevado a que la diferencia entre la tasa de cambio oficial y la del mercado paralelo supere el 600%, brecha nunca antes vista en la historia del país.
De acuerdo con información oficiosa del gobierno, la deuda se ha adquirido para producir 200.000 barriles de petróleo adicionales por día en la Faja del Orinoco y además la compra de 2.000 autobuses para modernizar el transporte público en el país.
“China se ha convertido en una importante fuente de financiamiento para Venezuela, a tal punto que con este nuevo endeudamiento, el total desembolsado por ese país ascendería, a US$ 41.000millones, pagaderos con petróleo. Aunque no es cuestionable que un país reciba créditos del exterior, si lo es el ritmo vertiginoso del endeudamiento que lleva la República, cuya deuda total se estima que cerraría en 2013, en aproximadamente US$ 215.328 millones, equivalente a 60,0% del PIB y más todavía en un contexto de precios petroleros que superan US$ 100,0 por barril, hecho este que debería proporcionarle al país las divisas suficientes para un funcionamiento normal”, sostiene el economista Guerra.
Uno de los aspectos que más cuestionó José Guerra, es la instrumentación del endeudamiento con China es la opacidad que envuelve estas operaciones, “se ha hecho muy difícil conocer cuáles son los términos reales de la contratación de esa deuda y por lo tanto el verdadero impacto económico para la nación. Es también cuestionable que esta contratación de deuda en moneda extranjera no sea aprobada por la Asamblea Nacional, como lo exige la Ley Orgánica de Administración Financiera del Sector Público”, aseveró.
El especialista de la Unidad señaló que la falta de transparencia del gobierno nacional en los negocios vinculados con China han llegado al extremo que entre PDVSA, BCV Y BANDES no hay en la actualidad una uniformidad de criterio sobre a cuánto asciende la deuda que se tiene con el país asiático. El mejor estimado la sitúa para el cierre de 2013 en US$ 27.467 millones, un monto que excede con creces las reservas internacionales en manos del BCV.
Según informaciones de PDVSA, Venezuela estaría enviando unos 640.000 barriles diarios a China, lo que significaría cerca de un 33% de nuestras exportaciones totales. De ese monto, unos 265.000 barriles diarios se destinarían para pagar los préstamos con China.“Es importante mencionar que si el precio del petróleo cae, la cantidad a enviar a China aumentaría, para compensar ese descenso en los precios”, añadió.
Destacó el representante de la Mesa de la Unidad que PDVSA no recibe la totalidad de los ingresos que esa venta genera por cuanto una parte va directamente al BANDES y PDVSA solo cobra una fracción, de allí las dificultades de caja de PDVSA. Esto sin dudas impacta de forma negativa en el flujo de caja de PDVSA y explicaría en buena parte porqué hoy la estatal petrolera venezolana tiene una deuda superior a los US$ 40. 000 millones con el BCV.
Para finalizar, Guerra indicó como otro hecho muy grave de toda esta negociación, el hecho de que China haya recibido ya en consignación para ser explotada, la mina de oro Las Cristinas como parte del compromiso del gobierno venezolano.