EE. UU. rechazó este jueves «categóricamente» las acusaciones de Venezuela que aseguran que la Administración de Barack Obama sabía de la existencia de un plan para atentar contra el presidente Nicolás Maduro y negó haber obstaculizado a sus funcionarios para asistir a la Asamblea General de la ONU.
«Rechazamos categóricamente las denuncias de la participación del Gobierno de EE.UU. en ningún plan para dañar a funcionarios venezolanos o para desestabilizar el Gobierno venezolano», dijo un portavoz del Departamento de Estado bajo condición de anonimato.
«El Gobierno venezolano ha hecho estas acusaciones públicas contra Estados Unidos y sus ciudadanos en varias ocasiones, pero no ha presentado ninguna prueba en apoyo de estas alegaciones», añadió el portavoz.
Las mismas fuentes instaron al Gobierno de Venezuela a que informe a las autoridades estadounidenses pertinentes sobre cualquier prueba que pueda indicar que existía un plan en contra de la delegación venezolana en Nueva York para que el caso pueda ser investigado.
Maduro anunció este miércoles haber suspendido su participación en la Asamblea General de Naciones Unidas porque fue informado de que se estaban gestando «provocaciones» para atentar contra su «integridad física» con el supuesto conocimiento del Gobierno de Estados Unidos.
Agencias