Dos sacerdotes católicos fueron asesinados en el centro-oeste de Colombia en momentos en que sus agresores intentaban robarles, informó este sábado la Policía Nacional.
El trágico hecho ocurrió la noche del viernes en el municipio de Roldanillo, departamento de Valle del Cauca y a 226 kilómetros al oeste de Bogotá, informó vía telefónica a The Associated Press el comandante de la Policía de Valle del Cauca, coronel Mariano Botero.
Los dos religiosos fueron identificados como Bernardo Echeverry, de 62 años, y Héctor Fabio Cabrera, de 35.
Según Botero, los dos agresores se quedaron ocultos al término de la última ceremonia religiosa y «a eso de las 11 de la noche se pasan de la iglesia a la casa cural y allí asesinan a los dos sacerdotes con arma blanca, al parecer por hurtarles el producido de la limosna».
Las autoridades ofrecieron de inmediato una recompensa de 10 millones de pesos (unos 5.222 dólares) para quien entregue información que permita la captura de los asesinos, uno de los cuales resultó herido, según el oficial de la policía.
El máximo jerarca de la Iglesia Católica en Valle del Cauca, monseñor Darío de Jesús Monsalve, arzobispo de la ciudad de Cali, a 300 kilómetros al suroeste de la capital colombiana, instó a las autoridades judiciales a hacer una investigación rigurosa que permita esclarecer el doble asesinato, «si es que logran hacerlo porque la mayoría de los casos quedan todos en la bruma de los anuncios de investigaciones exhaustivas».
«Estamos absolutamente consternados y con el alma partida porque este asesinato no es solamente un crimen que viola toda consideración humana y toda ley divina, sino que es un sacrilegio gravísimo y un golpe al alma de la gente creyente y católica», aseguró monseñor Monsalve en entrevista telefónica con la AP.
El religioso recordó que los padres Echeverry y Cabrera ejercían su ministerio en la iglesia de San Sebastián, la principal de Roldanillo. «Como arzobispo de Cali y metropolitano del Valle invito a los fieles a reunirse esta noche… en todas las iglesias del Valle para ofrecer el rosario y un rato de oración» en memoria de los dos sacerdotes asesinados.
El doble homicidio, agregó monseñor Monsalve, «sigue demostrando el valor ínfimo, casi ninguno, que se le da a la vida humana en nuestra sociedad… Ese momento de oración (de la noche del sábado) me parece que es el momento para que los fieles desahoguemos y expresemos ante Dios este sentimiento de impotencia que Colombia está viviendo ante esta oleada de crímenes».
Cifras de la Conferencia Episcopal de Colombia dan cuenta de que hasta febrero pasado, y en los últimos 29 años, dos obispos y 84 sacerdotes fueron asesinados en el país. En los primeros dos meses de 2013, tres sacerdotes católicos fueron asesinados en Colombia en hechos diferentes y aislados.
AP