Tras cumplir 30 días sin el vital líquido y que finalmente llegase contaminado, fue lo que desató la ira de los habitantes de varios sectores pertenecientes a esta parroquia, quienes trancaron por tres horas la vía hacía Turumo, con el fin de exigir que se normalice el servicio y que sean reparadas las arterias viales de la comunidad
La crisis en el suministro de agua potable y la pésima vialidad “pica y se extiende” en diferentes barrios del municipio Sucre. Pero en ciertas comunidades pertenecientes a la parroquia Caucaguita, el problema se agudizó, situación que motivó a sus habitantes a materializar sus advertencias trancando la vía hacia Turumo, a la altura de la redoma Sagrada Familia, para exigir solución a sus denuncias.
Desde las 5:00 de la mañana, vecinos de San Isidro, La Cauchera, San Francisco, Cristóbal Sanoja, entre otras comunidades, obstaculizaron, por tres horas, el tránsito automotor con objetos contundentes y troncos de árboles. Vestidos con camisas alusivas al oficialismo, exigieron la presencia de las autoridades de la alcaldía y del Instituto Municipal de Aguas de Sucre, (IMAS) con el fin de pedirles que normalicen, de una vez por todas, el agua potable que ha venido afectado a cientos de familias.
Calamidades
Así lo informó Marcos Ramírez, miembro del Consejo Comunal Cristóbal Sanoja , quien explicó que la situación los ha obligado a improvisar diversos depósitos para el almacenamiento del agua, que van desde cuñetes hasta pequeñas ponchera. Sin embargo, el problema no sólo radica en la escasez del agua, sino cuando finalmente llega: “Además de tener un olor fétido, está sucia y contaminada”.
Cuenta que el mismo problema se ha suscitado en otras sectores aledaños, viéndose afectada la economía de comerciantes que depende del vital líquido para la elaboración de la comida, al igual que los centros de salud y algunos planteles educativos que han tenido que cerrar sus puertas por la falla del suministro.
En vista que los habitantes se encuentran inconformes por la falta de respuesta municipal, han optado por organizarse a la hora de comprar una cisterna, cuyo tanque tiene un valor que supera, muchas veces, los 1.500 bolívares, “lo que resulta en algunos casos difícil de costear”.
Grietas y huecos
El rosario de calamidades, señala el también dirigente vecinal Jesús Espinosa, se basa en los múltiples huecos y el nivel de deterioro que se encuentra la capa asfáltica, lo que se convierte en un peligro para los choferes, quienes han tenido que mandar a reparar al menos dos veces por semana sus vehículos, cuando quedan atrapados en un hueco, dado que por su profundidad y amplitud, son difíciles de desviar.
En consecuencia, esta situación provocó que la flota de unidades de transportes disminuyera, “perjudicando más de dos mil personas, que a diario esperan largas horas para ser trasladados”, asegura Espinosa, quien denunció aquellos conductores que se mantienen prestando servicio, prefirieron aumentar la tarifa del pasaje a un valor de 15 bolívares por pasajero, cuando el monto oficial es de 6,00 bolívares. “Es injusto”, concluyó.
Sin respuesta
A la protesta se apersonó una comisión del Instituto Municipal de Aguas de Sucre, (IMAS), para buscar una solución al conflicto, no obstante, esta instancia de gobierno no quiso asumir ningún compromiso, “dado que los funcionarios alegaron que la manifestación se llevó cabo con una tinte político y no por un problema social”, relataron los protestantes, quienes rechazaron esta acciones.
Pero los manifestantes, quienes ratificaron su simpatía con el Gobierno Nacional, aseguran que este organismo debe cumplir el servicio del agua a cabalidad, ya que es su responsabilidad.
Mairy Chourio / Mchourio@diariolavoz.net / @mairychourio