El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aseguró hoy que aún «siguen intentos de desestabilización» contra gobiernos progresistas de América Latina, aunque precisó que ahora los supuestos golpes de Estado ya no se ejecutan como en el pasado.
Ahora, afirmó Correa en su habitual informe de los sábados, «son golpes de Estado no ortodoxos», diferente, por ejemplo, al que ocurrió en 1973 contra el fallecido presidente socialista Salvador Allende.
En esa oportunidad, a Allende lo reemplazó «el tristemente célebre Augusto Pinochet», recordó Correa y apostilló que, «gracias a Dios eso ya no es posible en nuestra América y la derecha lo sabe, los poderes fácticos lo saben».
«Por eso se disfrazan los golpes de Estado», como el que Correa dijo pasó en su país el 30 de septiembre de 2010, cuando una protesta de policías por temas salariales derivó en un violento alzamiento de agentes.
En ese episodio el mismo Correa fue protagonista al ser retenido por más de nueve horas en un hospital policial, del que salió tras una operación militar en medio de un intenso tiroteo.
Recordó que situaciones de desestabilización también se dieron contra el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez en 2002, contra el boliviano Evo Morales en 2008, el hondureño Manuel Zelaya en 2009 y contra el paraguayo Fernando Lugo en 2012.
Según Correa, los procesos de desestabilización contra Zelaya y Lugo terminaron con sus mandatos, pero remarcó que fracasaron los que se dieron en Venezuela, Bolivia y Ecuador.
«Los cinco golpes de Estado que han habido en el silo XXI en América Latina, todos contra gobiernos de izquierda» y eso «no es coincidencia» sino «son nuestras elite (grupos poderosos) con su sentido tan reducido sobre democracia», afirmó el mandatario.
Hizo notar que la mayoría de esos procesos fueron contra gobiernos de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA), un grupo alejado de la órbita de Estados Unidos.
«La mayoría gobiernos del ALBA. ¿Ustedes creen que eso es coincidencia?. Luchamos contra fuerzas tremendamente oscuras», aseguró Correa tras insistir en que aún subsisten intereses desestabilizadores que usarán «métodos más sutiles» para tratar de afectar a los gobiernos progresistas de América Latina.
EFE