El presidente de la República, Nicolás Maduro, tachó este sábado de «vagos» a los senadores de Estados Unidos y los llamó a atender su parálisis presupuestal, que calificó de «quiebra», y dejar de meterse en los asuntos internos de Venezuela.
«Se la pasan diciendo que Venezuela está quebrada, quien está quebrado es el gobierno de Estados Unidos… (los senadores) son unos vagos, dedíquense a trabajar para que el pueblo de Estados Unidos pueda cobrar su sueldo y no se metan más con Venezuela.¡Yankees go home!», dijo Maduro en un mitin político en Carabobo (norte).
Maduro criticó una resolución del Senado de Estados Unidos en la que solicita un reporte a la Organización de Estados Américanos (OEA) sobre las elecciones presidenciales en Venezuela del 14 de abril, ganadas por Maduro por una diferencia de 1,49 puntos porcentuales sobre el opositor Henrique Capriles.
«Quiero repudiar este comunicado insolente de los vagos del Senado estadounidense (…).En vez de preocuparse por la espantosa crisis social financiera económica que tienen en Estados Unidos, se la pasan metiendo sus narices en los asuntos de todo mundo», añadió Maduro en su discurso, transmitido en cadena obligatoria por televisión.
El gobierno de Estados Unidos sufre una parálisis parcial desde el martes luego de que el Congreso estadounidense no pudiera llegar a un acuerdo para votar el presupuesto para el ejercicio 2014.
La resolución del Senado de Estados Unidos sobre Venezuela surge de una petición de dirigentes opositores venezolanos que han desconocido el resultado electoral por un supuesto fraude.
La opositora Mesa de Unidad Democrática impugnó la elección de abril ante las autoridades electorales y el Tribunal Supremo de Justicia, que desestimaron los recursos, por lo que recurrieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, con sede en Washington.
Maduro ha endurecido sus declaraciones contra Estados Unidos, al que acusa de albergar a grupos opositores venezolanos que, según él, buscan asesinarlo.
El pasado lunes, el presidente ordenó expulsar a la encargada de negocios estadounidense en Caracas, Kelly Keiderling, y a otros dos diplomáticos, a los que acusó de alentar y financiar a la oposición para realizar supuestos actos de sabotaje económico y eléctrico.
Estados Unidos respondió con la expulsión del encargado de negocios venezolano, Calixto Ortega, y de dos diplomáticos. Washington y Caracas carecen de embajadores desde 2010 en el marco de sus constantes roces.
En junio, ambos gobiernos iniciaron un diálogo para restablecer su relación al máximo nivel, pero fue roto un mes después. Pese a las tensiones diplomáticas, Washington sigue siendo el mayor comprador de crudo venezolano, principal productor de petróleo sudamericano.