Nuestro país es un caso sui generis, existen países que poseen similitud en descalidad de vida, el asunto es que Venezuela es infinitamente rica en todo tipo de recursos y bellezas naturales, por lo que la pobreza y carencia de buena calidad de vida de los venezolanos responde a nocivos factores en nuestra cultura política
El ser humano científicamente es nominado “Homo Sapiens” del latín Homo (hombre) y Sapiens (sabio). Nuestra raza es la que mejor “provecho” le ha sacado a la naturaleza, explotando todos sus elementos para generarse confort, calidad de vida, incluso a expensas de destruirla poco a poco.
El desarrollo evolutivo del hombre también ha generado productos propios como la organización gregaria donde vive, la sociedad, pasando por todo tipo de administración de éstas, desde la más primitiva donde se adoraba al Dios Sol, cruentas dictaduras, regímenes inquisidores hasta modelos de sociedades casi perfectas como las de Suiza, Nueva Zelanda, Finlandia y Noruega. Sin lugar a dudas, cada sociedad responde a su idiosincrasia, el oriente y occidente distan demasiado en la forma cómo concebir estos modelos de conglomerados humanos, pero lo que sí es una “ley universal” es que sea cual sea el modelo administrativo (gobierno) los gobernantes siempre ostentan niveles de vida caracterizados por lujos y privilegios, he allí el detalle.
Las naciones arriba mencionadas llegaron a sociedades casi perfectas porque comprendieron que quienes gobiernan merecen ciertos privilegios para facilitarles buenas gestiones, pero se les exige vehementemente eficiencia, calidad en los servicios públicos y en los medidores de calidad de vida como seguridad, inflación y tasa de desempleo, sí un gobernante desmejora alguno de estos parámetros será separado inexorablemente de su cargo según indique la norma.
Dos observaciones; la primera es que la existencia de los partidos políticos no está determinada medularmente a ideologías sino a la oferta electoral y al cumplimiento de estas. En segundo lugar, señalamos que en algunas de estas naciones aún existen reyes y nobles, pero éstas responden a su longeva tradición histórica y su papel dentro del Estado es prácticamente protocolar.
Ahora bien, nuestro país es un caso sui generis, existen países que poseen similitud en descalidad de vida, el asunto es que Venezuela es infinitamente rica en todo tipo de recursos y bellezas naturales, por lo que la pobreza y carencia de buena calidad de vida de los venezolanos responde a nocivos factores en nuestra cultura política que nos han llevado a ser una nación borrega, idólatra y temerosa de sus gobernantes, gobernantes que viven como reyes medievales mientras el pueblo recibe un diezmo de lo que le corresponde. Poseemos las desvirtudes primitivas e ignoramos los ejemplos de naciones integralmente prósperas… ¿Sapiens?
Leandro Rodríguez Linárez