Al menos 15 personas murieron este domingo en unos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y partidarios del depuesto presidente islamista Mohamed Mursi, durante una manifestación con motivo de la conmemoración del 40º aniversario de la guerra israelo-árabe en 1973.
«Al menos 15 personas han muerto y 83 han resultado heridas en todo el país», dijo Jaled al Jatib, alto responsable del Ministerio de Sanidad, a la cadena privada OnTV, sin dar más detalles sobre la identidad de las víctimas, el lugar o las circunstancias de los hechos.
Un poco antes, una fuente médica había informado de la muerte de una persona en Delga, en el centro del país.
Varios enfrentamientos se produjeron en la capital entre partidarios y detractores de Mursi, mientras la policía intervenía con gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar a los manifestantes.
Varios centenares de detractores de Mursi se habían congregado desde la mañana en la plaza Tahrir de El Cairo, símbolo de la revuelta que derrocó al presidente Hosni Mubarak en 2011. Al mismo tiempo, una decena de aviones de caza egipcios sobrevolaron la capital en formación para conmemorar este aniversario, según periodistas de la AFP.
Estos manifestantes, que fueron registrados por las fuerzas de seguridad a la entrada de la plaza, llevaban numerosos retratos del general Al Sisi, jefe de estado mayor, viceprimer ministro y ministro de Defensa, considerado como el nuevo hombre fuerte de Egipto.
El ministerio del Interior advirtió que respondería con «firmeza» a cualquier intento de desorden durante las celebraciones del 40º aniversario de la guerra de 1973 contra Israel, para el que se habían anunciado manifestaciones rivales.
El conflicto de 1973 -conocido como Guerra de Octubre en los países árabes y Guerra de Yom Kipur en el Estado hebreo- es recordado con orgullo en Egipto, ya que junto con las fuerzas sirias lograron sorprender a las defensas israelíes durante la celebración de Yom Kipur (Día del Perdón) en Israel.
Esta ofensiva permitió más tarde la recuperación de la Península del Sinaí gracias al tratado de paz firmado en 1979.
Confluencia de manifestaciones
La Alianza contra el Golpe de Estado, dirigida por los Hermanos Musulmanes -el partido de Mursi-, había pedido a sus militantes que se concentraran este domingo en la emblemática plaza Tahrir.
El movimiento encabezado por los Hermanos Musulmanes «reitera su llamado a todos los egipcios a continuar sus manifestaciones en todo Egipto y a congregarse el domingo 6 de octubre en la Plaza Tahrir para homenajear al ejército por esa victoria, así como a sus dirigentes».
Por su parte, Tamarrod, movimiento que promovió las gigantescas manifestaciones que llevaron a la destitución de Mursi, convocó también manifestaciones «en todas las plazas de Egipto» este domingo para defender la revolución de 2011.
Cuatro personas murieron el viernes en El Cairo y 40 resultaron heridas en enfrentamientos entre simpatizantes y adversarios de Mursi, los más duros desde hace un mes.
También se registraron manifestaciones islamistas, y enfrentamientos con adversarios de Mursi, en varios barrios de la capital, Alejandría (norte) y Asiut (centro).
La implacable represión contra los Hermanos Musulmanes y los partidarios de Mursi conoció su punto mayor el 14 de agosto, cuando el ejército y la policía lanzaron un asalto contra dos sentadas de miles de islamistas que reclamaban el regreso al poder de Mursi, primer presidente elegido democráticamente en el país.
Los actos violentos de ese día y de la semana posterior dejaron más de mil muertos, en su gran mayoría manifestantes favorables a Mursi. Más de 2.000 islamistas fueron detenidos.
Los Hermanos Musulmanes siguen convocando manifestaciones, pero su capacidad de movilización ha mermado considerablemente debido a la represión, la detención de casi todos los dirigentes de la hermandad y la confiscación de sus bienes por la justicia.
Según los expertos, si los seguidores de los Hermanos Musulmanes dieran muestras de extremismo, el Ejército no dudaría en reprimirlos aún con más fuerza, ya que la mayoría de la población apoya a los militares, y que la comunidad internacional, que fracasó en sus múltiples intentos de mediación, ha sido impotente ante la dura represión de las autoridades castrenses.
AFP