Dos pisos en estado de abandono, tres ascensores fuera de servicio, baños dañados, áreas de enfermería invadidas de basura, escasez de insumos, falta de duchas y pésimos olores son el karma de los pacientes del Hospital Dr. José Gregorio Hernández, mejor conocido como Magallanes de Catia
El equipo reporteril del diario La Voz hizo un recorrido por las instalaciones del Hospital Dr. José Gregorio Hernández, mejor conocido como Magallanes de Catia en la parroquia Sucre, en el que quedó en evidencia la cara del abandono en el que cada día se sumerge este centro de salud, mientras que los pacientes luchan por ser atendidos.
De los nueve pisos de hospital, los niveles cinco y siete están en completo abandono, en el primero de ellos, la Unidad de Terapia Intensiva Neonatal se encuentra cerrada, con el piso inundado de agua y escombros, todo bajo llave. Pacientes que asisten al lugar aseguran que olores nauseabundos emanan de este piso hasta el ascensor.
A esta misma altura, el área de obstetricia también está cerrada, en la que se observan aparatos abandonados y pasillos desolados, también bajo llave, lleno de polvo y paredes rayadas.
En cuanto al área de pediatría, ubicada en el piso siete, se encuentra también abandonada, igualmente cerrada. Asimismo, la zona de enfermería, está rodeada e invadida de basura, deshechos quirúrgicos, papeles y partes de lavamanos y pocetas rotas en el piso. En esta misma situación se encuentra el área de hidratación, visiblemente deteriorada y sin el menor indicio de ser reparada.
Aunque los demás niveles intentan sobreponerse a la desidia oficial, se observan mesas oxidadas, pisos rotos, baños y duchas fuera de servicio, basura acumulada en los balcones, cielo raso en el piso, y cables fuera de los toma corrientes e interruptores, así como habitaciones llenas de camas inhabilitadas, estos continúan en funcionamiento, los que se encuentran solos debido a la falta de insumos y atención.
Otra problemática es la falta de ascensores, y aunque cuenta con cuatro, hasta la mañana del miércoles funcionó uno, el que más tarde notificaron dejó de trabajar, indudablemente por la afluencia de pacientes que utilizan el aparato cada minuto.
Este centro de salud, que irónicamente sirvió de cuna de la medicina para la actual ministra de Salud, Isabel Iturria, carece de insumos para el tratamiento de los cientos de pacientes que deben acudir al lugar en búsqueda de mejoría de salud, pues éstos deben ir a otros hospitales de la ciudad de Caracas a procurar el tratamiento, para ser aplicados allí, ya que los demás se encuentran colapsados.
Dignora Zea Fernández / @Dinozea / Dignora.zea@gmail.com