Dos cofundadores de Twitter, Jack Dorsey y Evan Williams, continúan figurando entre los grandes accionistas de la red social y constituyen un nuevo ejemplo del rápido ascenso de los jóvenes genios de la alta tecnología al rango de multimillonarios.
«El anuncio de la entrada en Bolsa de Twitter confirma que empezar su propia empresa de cero es una de las pocas estrategias disponibles para hacerse multimillonario rápidamente», subraya David Friedman, presidente de la firma especializada en la estimación de fortunas Wealth-X.
El principal beneficiario de la operación debería ser Evan Williams, de 41 años, quien participó en la fundación de la red social y desempeñó la dirección general entre 2008 y 2010, recuerda Friedman.
El proyecto de entrada en bolsa anunciado el jueves revela que Williams es el primer accionista individual de Twitter con 12% del capital. Su influencia en el grupo es tal que, según el mismo documento, otro cofundador, Jack Dorsey, le cedió hasta la entrada en Bolsa los derechos de voto derivados de su propia participación de 4,9%.
La revista Forbes indicó este viernes que Williams entrará en su reputada clasificación de multimillonarios, estimando por el momento que su fortuna alcanza 1.400 millones de dólares, de los cuales 1.100 millones representan su parte en Twitter.
Se unirá a Jack Dorsey, de 36 años, quien diseñó (en dos semanas) el programa de Twitter, en el que escribió también el primer tweet, en marzo de 2006 y fue su primer director general.
Sin embargo, Dorsey debe hasta ahora su lugar en la lista, principalmente a otro emprendimiento iniciado en 2010, Square, de pago por teléfono celular. Igualmente, su participación en Twitter debería reportarle un incremento de la estimación de su fortuna de 1.300 millones de dólares a 1.500 millones, señala Forbes.
Evan Williams, quien creció en una granja de Nebraska (centro), y Jack Dorsey, originario del Estado vecino de Misuri, tienen en común con otros popes de la high tech como Steve Jobs, Bill Gates, Michael Dell o Mark Zuckerberg, haber abandonado la universidad antes de obtener un diploma para lanzarse a crear sus propias empresas.
Creadores de emprendimientos en serie
Antes de convertirse en uno de los primeros inversores de Twitter, Evan Williams había fundado la firma de internet Pyra Labs, origen del sitio de blogs Blogger y propiedad del gigante de internet Google desde 2003.
Se presenta como alguien que «crea sistemas que alientan a escribir en un teclado y reflexionar», pero que también ama «las largas caminatas por la ciudad, el tofu y el borgoña».
Los gustos de Jack Dorsey parecen todavía más eclécticos. Su primer éxito fue la programación de un sistema para despachar vehículos, luego de interesarse por la botánica en su juventud y por la moda, y en la primavera pasada consideró incluso hacer campaña por la alcaldía de Nueva York, la segunda ciudad luego de San Francisco donde Twitter tiene oficinas.
En declaraciones al Wall Street Journal, que lo había nombrado «innovador del año» en 2012 en el sector de la tecnología, mencionó la salud como posible campo de interés, una elección no necesariamente ilógica para un hombre que fue además masajista diplomado en su juventud.
«Estaba dispuesto a dar masajes el resto de mi vida. Traté de convencer a un gerente de un club nocturno de Saint-Louis (Misuri) de que me dejara hacer masajes en una silla al borde de la pista de baile (…), pero pensó que era muy mala idea, por lo que volví a la programación», contó al WSJ.
AFP