“Vaya a denunciar a donde le dé la gana”, fue la respuesta que recibió la afectada de un vocero policial cuando pidió asistencia
“Transitar por las calles del centro de Ocumare del Tuy se ha convertido casi que en un deporte extremo debido a la gran cantidad de buhoneros que se han apostado en estos espacios destinados para nosotros los peatones”, así declaró para La Voz la docente jubilada Angélica Paredes, quien resultó agredida por un trabajador de la economía informal cuando éste armaba su tarantín en las adyacencias del terminal de pasajeros.
La dama, quien es habitante de la urbanización Aragüita, narró que se desplaza por la acera cuando sorpresivamente recibió un golpe en la región frontal. “Luego del susto me percaté que fue un buhonero armando su puesto quien me pegó con un tubo y casi me causa una herida abierta”, dijo la agraviada.
“Yo le hice el reclamo al informal y me respondió de malas palabras como que si él fuese el dueño de la acera”, añadió la declarante, quien dijo haber acudido a pedir seguridad a efectivos de Polilander, “pero un oficial de apellido Calzadilla en lugar de intervenir en mi favor, ya que yo era la víctima, defendió al buhonero y como le reclamé su actitud me dijo: vaya a denunciar a donde le dé la gana”.
“Mafias enquistadas”
Paredes aseguró que el crecimiento incontrolado de los trabajadores de la economía informal en el centro de Ocumare del Tuy “se debe a mafias enquistadas”.
“Este problema se le escapó al alcalde de las manos y ahora los ocumareños somos quienes pagamos las consecuencias de este desorden y anarquía”, dijo la mujer, quien solicitó que los trabajadores informales sean reubicados en espacios donde no entorpezcan en libre paso peatonal y automotor.
MIP – TUY / JCR