El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, aseguró el jueves que Washington deseaba continuar su relación con Egipto, pese a haber congelado una parte de la ayuda militar a su aliado en el mundo árabe, considerada como una «mala decisión» por El Cairo.
«De ninguna manera, no se trata de una retirada de nuestra relación o de una ruptura de nuestro compromiso de ayuda al gobierno» provisional egipcio, declaró Kerry durante una breve rueda de prensa en Kuala Lumpur con los periodistas que le acompañan en el sureste de Asia.
Por su parte, El Cairo consideró este jueves como una «mala decisión» la suspensión de esta ayuda esencialmente militar, máxime cuando «el país se enfrenta a desafíos peligrosos en materia de terrorismo», estimó el ministerio egipcio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
«Es una mala decisión, tanto por su contenido como por el momento elegido. Esto revela serios interrogantes sobre la voluntad de Estados Unidos de suministrar apoyo estratégico a Egipto en el marco de su programa de seguridad», agregó la cancillería.
Tras meses de retraso, Estados Unidos congeló oficialmente el miércoles una parte de su ayuda a Egipto, en represalia por la represión efectuada contra los partidarios del presidente destituido Mohamed Mursi, cuyo proceso por «incitación al asesinato» comenzará el 4 de noviembre.
El «recálculo» de la ayuda estadounidense –1.500 millones de dólares, de los cuales 1.300 millones corresponden a la ayuda militar anual– contempla la suspensión del suministro de material bélico pesado y de la ayuda financiera al gobierno, «a la espera de un progreso creíble hacia un gobierno civil inclusivo, democráticamente elegido y elecciones justas», señaló el miércoles la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, en un comunicado.
Preguntado sobre eventuales modificaciones en esta suspensión, Kerry respondió que esto sería evaluado «sobre la base de los resultados» del gobierno provisional egipcio, especialmente, en lo concerniente a su «hoja de ruta» para convocar elecciones democráticas el próximo año.
«Trabajaremos para que esta hoja de ruta se mantenga como el objetivo principal del gobierno, porque creo que ellos quieren continuar su relación con Estados Unidos de forma positiva», apuntó el secretario de Estado.