FILIPINAS. Las autoridades de Filipinas elevaron ayer a veinte el número de muertos a causa de las intensas precipitaciones que afectan el centro y el sur del país, donde miles de personas tuvieron que ser evacuadas, informó fuentes oficiales.
De los 20 fallecidos, dos murieron en la región de Visayas Occidental, ocho en Visayas Central, seis en la Península de Zamboanga y cuatro en la Región Autónoma del Mindanao Musulmán, según el Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a los Desastres.
La nueva cifra aumenta los once muertos de los que informó el pasado martes organismo gubernamental que señaló que las nueve nuevas víctimas murieron ahogadas.
Otras dos personas siguen desaparecidas en la región de Negros Oriental.
Por otra parte, más de 87.000 personas tuvieron que buscar refugio en centros de acogida debido a las inundaciones causadas por las lluvias que cayeron en el centro y el sur del país desde el pasado viernes hasta el miércoles.
Se calcula que los daños a infraestructuras y cosechas en Negros Occidental asciende a unos 86 millones de pesos (unos 1,5 millones de euros) mientras que en la ciudad de Zamboanga las escuelas siguen cerradas.
La deforestación, la proliferación de yacimientos mineros ilegales, la escasez de infraestructuras y el chabolismo incrementan los efectos devastadores de las lluvias y los frecuentes tifones que afectan Filipinas durante la época del monzón.
Agencias