Para los humanos, apuntar con el dedo puede ser señal de mala educación.
Sin embargo, la comprensión de dicho gesto en el mundo elefante coloca a estos paquidermos en un pedestal por sobre, incluso, nuestros primos los primates.
Los elefantes africanos han demostrado lo que parece ser una comprensión instintiva de los gestos humanos, según un estudio realizado por científicos de Reino Unido.
En una serie de pruebas, la investigadora Ann Smet de la Universidad de St. Andrews, le ofreció a los animales una elección entre dos cubos idénticos y luego les señaló el que contenía un regalo escondido. Desde el primer intento, los elefantes eligieron el cubo correcto.
Sin entrenamiento
Los científicos trabajaron con los elefantes en cautiverio en una casa de campo en Zimbabue.
El profesor Richard Byrne, coautor del estudio, dijo que los elefantes habían sido rescatados de ser sacrificados y entrenados para ser montados. «Los elefantes son entrenados específicamente para responder a las señales vocales. No utilizan ningún gesto, para nada», explica el profesor Byrne.
«La idea es que el controlador pueda caminar detrás del elefante y, simplemente, decirle qué hacer con palabras».
A pesar de lo anterior, los animales parecían comprender el sentido de señalar desde el principio. Esto los convierte en los primeros animales que entienden gestos humanos sin formación previa.
En estudios previos, nuestros primos primates más cercanos, los chimpancés, demostraron ser «inútiles» en tareas similares, cuenta Byrne.
Smet añadió que había quedado impresionada por la comprensión del gesto, aparentemente innata, de los animales. «Por supuesto que esperábamos que los elefantes aprendieran a seguir la señal humana de apuntar, o no habríamos hecho el experimento, en el primer lugar», asegura.
«Pero lo que fue realmente sorprendente es que no parecen tener que aprender nada. Lo que parece es que el entendimiento de la señal de apuntar es una habilidad que los elefantes poseen naturalmente y que son cognitivamente más parecidos a nosotros de lo que nos habíamos dado cuenta».
Evolución convergente
Byrne comenta que estudiar a los elefantes contribuye a construir un mapa de una parte del árbol evolutivo que está muy lejos de los seres humanos. «Son tan ajeno a nosotros», le dice a la BBC.
«Así que si nos encontramos con capacidades similares a las humanas en un animal como un elefante, que no ha compartido un ancestro común con los humanos en más de 100 millones de años, podemos estar bastante seguros de que ha evolucionado de forma totalmente separada, en lo que se llama evolución convergente».
Los investigadores dijeron que sus hallazgos podrían explicar el éxito en la domesticación de elefantes. » [Estos] han tenido históricamente un estrecho vínculo con los seres humanos , a pesar de ser potencialmente peligrosos y difíciles de manejar, debido a su gran tamaño».
Sin embargo, los científicos agregaron que los resultados podrían ser un indicio de la utilización del gesto entre los propios animales a través de sus «trompas altamente controlables». «El próximo paso [en nuestra investigación] es probar cuando un elefante extiende su tronco hacia arriba y afuera, como suelen hacerlo al estar en presencia de un depredador, esto funciona como una forma de apuntar», le cuenta Stem a la BBC.
BBC Mundo