Javier Vidal dirige a Gustavo Rodríguez, Julie Restifo y Luis Gerónimo Abreu en la quinta pieza del reconocido escritor de telenovelas, Martin Hahn
El dato
“Mátame” estará en cartelera hasta el 15 de diciembre: viernes y sábados a las 8 pm, domingos a las 6 pm en el CorpbancaBOD.
“Mátame” es un thriller de suspenso en el que se aborda, como tema único, la relación entre un padre, su mujer y el hijo, para así llevar al espectador por el sendero de la duda hasta descubrir quién es el asesino. Es la saga del alcohólico desahuciado Peter (Gustavo Rodríguez), quien ha urdido todo un plan para que su esposa (Julie Restifo) o su hijo (Luis Gerónimo Abreu) lo asesinen. Él no se puede suicidar porque sus herederos perderían un millón de dólares del seguro de vida.
El autor de este melodrama, a la venezolana, es Martín Hahn (Barinas, 1964), familiar del legendario músico Reynaldo Hahn, es un reconocido guionista de televisión, quien ahora además produce su quinta pieza dirigida por Javier Vidal Prada, la cual muestra desde el próximo 18 de octubre en CorpbancaBOD.
Pieza llena de detalles
-¿Por qué exhiben tan pocas obras venezolanas, precisamente en Venezuela, según lo han advertido críticos y analistas del teatro vernáculo?
-La primera razón podría decirse que es el presupuesto. Cada día cuesta más conseguir los recursos para montar una pieza. Y otra de las razones, quizás la más poderosa, radica en que los productores de los espectáculos prefieren, en su mayoría, comedias extranjeras comprobadas que garanticen el éxito de la taquilla.
-¿Hay que ser productor de sus piezas para verlas en escena?
-Sí. Ese ha sido mi caso y el de otros dramaturgos que conozco. Hemos formado grupos de teatro donde invertimos nuestro propio dinero para montar las obras.
-¿Qué busca con esta pieza?
-Esta es una pieza llena de detalles. Una inyectadora, unos frasquitos envenenados, un botella de whisky, etcétera, los cuales van llevando al público a descubrir quién es el asesino. Quiero que la audiencia se conecte con los detalles, que se fije en las acciones sutiles, que saque la cuenta de lo que pasa por debajo de la mesa.
“Gritos del corazón”
-¿Cómo alterna su trabajo de escritor de telenovelas con el teatro? ¿En cuál de esos ámbitos se mueve mejor?
-Cuando escribo telenovelas no me queda mucho tiempo para escribir teatro. Procuro escribir para las tablas teatrales en el intermedio entre una telenovela y otra. Son dos discursos muy distintos y cada uno requiere de la atención apropiada. Me siento más cómodo escribiendo para televisión porque lo hago con más frecuencia, pero el teatro me da la satisfacción de tocar temas que en la televisión no me son posibles en este momento histórico.
-¿Después de Mátame qué prepara?
-Me espera la televisión, más nada. Tengo dos proyectos en paralelo. Una telenovela para Venevisión y un proyecto muy especial que estoy pergeñando para Miami. La telenovela se llama “Gritos del corazón” y será de 120 horas mientras que el proyecto de Miami será mucho más corto. Espero tener fuerza física y la coherencia mental para hacer los dos proyectos al mismo tiempo, aunque cuento con un equipo de escritores muy profesionales, quienes me ayudan a sacar este arduo trabajo.
El público prefiere la evasión
-¿Satisfecho con el teatro y la televisión?
-Me gustaría ver más teatro de texto, como lo calificaba Isaac Chocrón. No me refiero a dramas, me refiero al teatro donde el texto sea tan importante como el resto de los elementos para la representación.
-¿Cómo encuentra al teatro y la televisión de ahora?
-Creo que debería haber más salas de teatro, hay muchas obras que se quedan por fuera porque no hay espacios apropiados para el montaje que exige la pieza. Hoy en día hay mucho astracán en la oferta caraqueña, aunque también hay propuestas muy respetables, no lo niego, pero el porcentaje de comedias ligeras rebosa la cartelera. Y tiene su lógica, pues, en momentos de crisis hay que garantizar la taquilla y el público prefiere la evasión. Esto no sucede solamente en Venezuela.
En cuanto a la televisión, subraya Hahn, pasa algo similar como con el teatro, “se buscan refritos para garantizar el éxito de la telenovela y es por eso que nuestra pantalla está repleta de telenovelas en su mayoría extranjeras que son versiones de versiones de alguna lejana obra original. Aplaudo a Venevisión porque aún conserva su capacidad de riesgo en la propuesta de contenidos dramáticos originales. La crisis es lo que ha determinado la producción artística en el país. No hay materiales para los artistas plásticos, no hay papel para imprimir el libro de un escritor, es muy costoso hacer música, no hay dinero para hacer teatro y la televisión ha mermado su producción. La cultura ha recibido su latigazo, pero el entusiasmo de los artistas persiste y deja la huella de un país”.
Cinco por ahora
El 15 de febrero de 1992, en el teatro Chacaíto con su comedia policial “Crimen pasional”, comenzó el periplo de Martín Hahn. Este dramaturgo tiene especial formación universitaria, pues egresó de la UCV como licenciado en Artes Escénicas, mención Cine, y además exhibe una maestría en Teatro Latinoamericano. Nada de empirismo o de cómo vaya viniendo vamos viendo, él va con la academia por adelante, como dicen socarronamente algunos comentaristas. Hay que recordar que su ópera prima fue actuada por Carolina Cristancho, Carlos Carrero, Andrés Izaguirre, Fabiola Romero y Sun-Ling Antonetti, bajo la dirección de Rodolfo Drago. Era una pieza entretenida por la trama y el complejo enredo en que se debatían sus personajes, porque había de por medio un marido tan celoso que ni el temible moro Otelo es un aceptable punto de comparación, así como también una dama apta para ser llevada a una clínica psiquiátrica, porque precisamente ha perdido la cabeza ante los románticos mitos masculinos que le vende el cine norteamericano. Después, Hahn escribió y pudo ver representadas, con éxito de público, sus piezas “Tres reinas” y “Rey de Oros”, repletas de personajes muy sexuales. Y después probó suerte con “Hombre casado busca”, bajo la eficaz dirección de Javier Vidal y con las impactantes actuaciones de Luis Olavarrieta, Beba Rojas y César Flores. Y ahora repite con Vidal en la dirección del singular triángulo de “Mátame”, para así completar cinco obras estrenadas en 21 años. Pero, advierte, tiene en el disco duro de su PC, otros textos como: “Ángeles del mismo infierno”, “Desnudo como un santo”, “Amarillo número cinco”, “A rienda suelta” y “Locos de amor”, que es un musical escrito con las canciones más exitosas de Yordano.
EL ESPECTADOR / Edgard Antonio Moreno Uribe / http://elespectadorvenezolano.blogspot.com / 8: emorenouribe@gmail.com