La rapidez con la que pasó el torbellino, que el sábado pasado se dirigía hacia el Mar de China Meridional, ha reducido los daños y pérdidas de vidas humanas, en Filipinas, sin embargo, los perjudicados son muchos
MANILA. Al menos 13 personas han muerto y dos millones se han quedado sin electricidad a causa del tifón «Nari» en el norte de Filipinas, donde entró el viernes pasado en la noche con vientos de hasta 180 kilómetros por hora, informaron ayer medios locales.
«Mientras que relativamente hay pocas víctimas, un montón de áreas siguen inundadas», dijo Eduardo del Rosario, jefe del Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Desastres, según el diario «Inquirer».
6.000 damnificados
La rapidez con la que pasó el tifón, que el mismo sábado ya se dirigía hacia el Mar de China Meridional, ha reducido los daños y pérdidas de vidas humanas. Según las autoridades, cuatro pescadores se encuentran desaparecidos, 8.414 viviendas fueron destruidas mientras que 2,1 millones de personas se quedaron sin luz en la isla de Luzón, la más afectada por «Nari».
Unas 6.000 personas se encuentran en centros de evacuación, mientras que numerosas aldeas quedaron anegadas y un gran número de carreteras cortadas por las riadas y los árboles caídos. El tifón, con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 180 kilómetros por hora, se encuentra en este momento en el Mar de China Meridional en dirección a Vietnam.
Agencias