La red social Twitter puede ser clave para identificar a personas con alto riesgo de suicidarse, según un estudio realizado por científicos de la Universidad Brigham Young (BYU) de Utah, en Estados Unidos.
Para llegar a esa conclusión, los investigadores estudiaron más de 1.500.000 tuits realizados en un período de tres meses. Estos fueron seleccionados a través de filtros con palabras clave relacionadas a los estados de ánimo de una persona potencialmente suicida.
«El propósito de la investigación era determinar si se puede utilizar Twitter como una forma de monitoreo de conversaciones de riesgo relacionadas con suicidio», le explicó a BBC Mundo Carl Hanson, experto en salud pública y coautor del estudio.
El resultado fue casi 38.000 tuits alarmantes enviados por más de 28.000 usuarios.
Conversación virtual = suicidio real
El otro objetivo del estudio, publicado en la revista Crisis, fue verificar si esos mensajes correspondían a las tasas de suicido por estado en Estados Unidos, lo cual permitiría validar la premisa del trabajo.
«Descubrimos que en los estados con una mayor tasa de suicidio también se registró una mayor cantidad de discusiones sobre factores de riesgo suicida», señaló Hanson.
«En otras palabras, existe una correlación entre la cantidad de charlas suicidas de un estado con las cifras reales de suicidio».
De acuerdo con el Centro para la Prevención y Control de Enfermedades (CDCP, por sus siglas en inglés), el suicidio es una de las principales causas de muerte en EE.UU.
El centro estima que en promedio unas 105 personas se quitan la vida cada día.
De la vigilancia a la acción
El especialista Hanson considera que si se activan planes de monitoreo de redes sociales para detectar a personas con alto riego de suicidio, las cifras podrían disminuir considerablemente.
«Twitter y los medios sociales pueden ser una forma de supervisar en tiempo real a aquellos con un alto riesgo de quitarse la vida».
El experto explica que el siguiente paso sería diseñar un sistema de intervención en redes sociales para las conversaciones de alto riesgo. «Si puedes identificar a las personas en riesgo con tan sólo mirar una conversación en la red, también sería posible intervenir», dice.
Hanson aclaró que la intervención se haría entrenando a pares -personas afines- para que sepan cómo actuar.
«Es algo que ya ocurre de forma natural, que en Twitter la gente termine hablando con personas afines», agrega el especialista quien se mostró confiado que con el entrenamiento adecuado esas personas podrían dirigir una conversación de alto riesgo a puerto seguro.
Grupos locales
Parece una tarea titánica, pero como en muchos planes de salud pública, se trata de empezar por grupos pequeños locales que poco a poco vayan pasando o «educando» sobre el tema a otros.
«En esas redes locales encontrarás a individuos que forman parte de su cultura y de su ambiente y que pueden estar entrenados para reconocer los factores de suicidio y que estén dispuestos a animar a las personas a que busquen ayuda», señala el especialista.
La investigación también sirvió para resaltar las ventajas de las redes sociales para algunos estudios de salud pública, pues este tipo de medios puede ahorrar mucho tiempo y dinero.
En vez de salir a la calle a hacer preguntas, «sencillamente puedes conectarte a algo como Twitter y recoger con mucha rapidez información en tiempo real».