Si realmente el Estado venezolano desea acabar con la corrupción, solo tiene que buscar a todos aquellos “compatriotas” que hace 14 años eran unos muertos de hambre y patas en el suelo y que hoy viven en mansiones, tienen yates, avionetas y muchos vehículos último modelo
La Constitución contempla la renuncia del que ejerce la Presidencia de la República, es por eso que en varios artículos anteriores le hemos solicitado la dimisión a Nicolás Maduro con el fin de acabar con todo lo malo que hoy vive Venezuela, de esa forma la solicitud de los poderes que conllevan lo concerniente a aprobar una Ley Habilitante para acabar con la corrupción no sería necesario y el país y la gran mayoría de todos los venezolanos estaremos felices y contentos de acabar con este martirio al cual nos ha llevado el señor Maduro desde que fue designado presidente por el Consejo Nacional Electoral.
Daba vergüenza y pena ajena contemplar la escena cuando hacía su presentación de solicitud para que se le concediera una Ley Habilitante para acabar con la corrupción en Venezuela, un hecho además incoherente por estar claros y conscientes que hay suficientes leyes en el país que acabarían con ese flagelo sin necesidad de una Ley Habilitante. Muchos de nuestros apreciados amigos chavistas, léase bien chavistas y no maduristas, nos comentaban el grotesco espectáculo que hacía Nicolás Maduro cuando leía el discurso en el que proponía a la Asamblea Nacional su Ley Habilitante, ya que por su expresión no sabía, supuestamente, lo que leía, un hecho que quedó demostrado cuando le tocaba leer los nombres de los autores de las citas que pronunció en su presentación, ya que ni siquiera sabía ni pronunciarlos.
Por otro lado, también fue patética la actitud asumida por Diosdado Cabello cuando buscaba silenciar a los sectores democrático que solicitaban el derecho de palabra a Nicolás Maduro, demostrando, una vez más, que él desea mandar en la Asamblea Nacional como lo hacía en los cuarteles, si alguna vez lo hizo, él debería saber que un Parlamento, de cualquier origen, se realiza para dialogar y no para aceptar cualquier cosa que diga alguno de los presentes.
Si realmente el Estado venezolano desea acabar con la corrupción, solo tiene que buscar a todos aquellos “compatriotas” que eran unos muertos de hambre y patas en el suelo y que hoy viven en mansiones, tienen yates, avionetas y muchos vehículos último modelo, entre tantas cosas que han podido adquirir en estos últimos 14 años. Decía el expresidente Carlos Andrés Pérez: “Hay dos cosas que no se pueden ocultar, la tos y la riqueza”… ve qué fácil sería acabar con los corruptos, sean del gobierno o de la oposición, sin que s necesite ninguna Ley Habilitante. Pero eso no lo exime de que renuncie por el bien de Venezuela y por la tranquilidad de todos y cada uno de los venezolanos y recuerde que eso está contemplado en nuestra Constitución Bolivariana de Venezuela.
Salomón Benshimol R. e-mail: sbenshimol@yahoo.com