Filtraciones, grietas, humedad y con desniveles en el piso se encuentran varias viviendas ubicadas en esta comunidad perteneciente al municipio Sucre, producto de los deslizamientos de tierra, suscitados por el colapso de la red aguas negras, la cual se encuentra oxidada desde hace tres años
Vivir en zona de alto riesgo es la probabilidad de morir tapiado, esta es la posición que mantienen alrededor de 600 familias de la comunidad 12 de Octubre, ubicada en la parroquia Petare del municipio Sucre, dado a los recurrentes deslizamientos de tierra que han sido suscitados por el colapso de las tuberías de aguas negras, las cuales por no haber recibido ningún tipo mantenimiento se encuentran obstruidas.
Y es que ante la amenaza de ser tapiados, la vocería comunal presentó un proyecto al Metro de Caracas para la construcción de colectores y acueductos internos en las comunidades, pero hasta el sol de hoy las respuesta siguen sin materializarse. “Cada día son más profundas las grietas, filtraciones y desniveles en el piso originado que el miedo se apodere de nosotros al pensar que podrimos formar parte de la lista de damnificados”.
Bomba de tiempo
Así lo informó Julia Ramírez, vocero del consejo comunal 12 de Octubre, quien explicó que en cualquier momento podría ocurrir una desgracia, ya que mientras una casa se encuentre en éste estado, de inmediato pone en peligro aquellas que se encuentran en sus adyacencias. Esto, sin mencionar que cuando lleguen las fuertes precipitaciones la situación “nos obligue a evacuar el sitio”, dijo.
Cuenta que la gran mayoría de las familias han optado por mudarse temporalmente a otros sitios, otras agotaron todas sus esperanzas y se rindieron al esperar una solución, mientras que las restantes que se cansaron de seguir invertir en remodelaciones decidieron vender sus viviendas a precios “de gallina flaca”.
Yelitza Maldonado, quien frustrada ante esta situación, relató que luego de haber cumplido un año en su nueva casa, se dio cuenta que fue víctima de una compra a la que actualmente se arrepiente, ya que su vivienda refleja graves consecuencias del colapso de los drenajes.
“Hace varios meses cuando llegaba a mi casa, el olor putrefacto a cloacas era insoportable, fetidez que le atribuía a las heces de algunos perros y gatos callejeros que rodean el lugar, pero al pasar los días observaba grandes manchas de humedad en mis paredes y grietas cuando decidí contratar a un albañil para permeabilizar al perforar uno de los extremos salió un chorro de agua sucias que inundó mi vivienda, se quejó Maldonado.
“Olvidados por autoridades”
Cuenta que vivir en estas condiciones es dormir con una constante zozobra, pues nunca sabes cuando se encuentra obligada a salir de su casa. Asegura que la comunidad se siente excluida, sin la atención de los gobernantes, pues “aquí cae gran cantidad de barro y tierra sobre nuestros techos perjurando la estructura, lo que podría desprender el tejado y caernos encima”.
Otro de los miedos que embarga a estas familias afectadas es que ante la posible evacuación que algunos cuerpos de rescates les podrían exigir, desisten de atreverse abandonar sus hogares por temor a irse a un refugio, o peor aún, mientras su casa se encuentren desocupadas correrían el riesgo de ser invadidos por personas que casi siempre justifican su acción alegando no tener donde vivir.
Sin una gota
de agua
Julia Ramírez, vocero del consejo comunal 12 de Octubre de la parroquia Petare del municipio Sucre, también incluyó en su lista de problemas la falta de agua que sufre los vecinos de este sector, precisamente quienes viven en la parte alta de la comunidad Los Mangos, donde permanecen más de dos meses sin agua.
Aunque la comunidad, asegura la dirigente vecinal, ha podido paliar el problema almacenando agua en diversos recipientes a fin poder realizar sus labores domésticas y cumplir con su aseo personal, la realidad es que la situación supera cualquier medida preventiva, ya que el tiempo que dura el agua sin llegar impide que las reservas se extiendan por un largo tiempo.
Mairy Chourio / mchourio@diariolavoz.net / @mairychourio