El vicepresidente económico, Rafael Ramírez, anunció hoy una «revisión profunda» del ente estatal que asigna las divisas al sector privado bajo el control de cambios que rige en el país hace una década, con el objetivo de orientar las entregas de dólares a los sectores productivos y combatir el fraude.
«Estamos obligados a cambiar todo el mecanismo de funcionamiento de Cadivi, estamos obligados a tener un mecanismo más severo de identificación de nuestras prioridades», afirmó Ramírez durante una rueda de prensa.
En Venezuela rige desde 2003 un estricto control estatal de cambio que impide la libre compraventa de divisas, administradas de manera exclusiva por la gubernamental Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), que las vende de manera condicionada, en montos limitados y tras engorrosos trámites.
Al mecanismo pueden acceder actualmente tanto empresas como particulares, como es el caso de los viajeros, estudiantes o personas que necesiten pagar gastos médicos en el exterior.
Ramírez sostuvo que se seguirán atendiendo «las necesidades de todo el país», al negar informaciones de la prensa local que señalaban que podría cerrarse el grifo de Cadivi a los viajeros, que bajo este esquema consiguen dólares al cambio oficial de 6,3 bolívares, un precio que llega a ser hasta siete veces inferior al del mercado paralelo ilegal.
Sin embargo, sí anticipó que la revisión incluirá un nuevo mecanismo de «asignación y de jerarquización y control» para dar prioridad a los sectores que producen. «Tenemos en desarrollo (…) una revisión profunda de todo lo que viene sucediendo en Cadivi», señaló.
Ramírez defendió la necesidad de fortalecer «el aparato productivo» e ir «con todo el peso de la ley» contra aquellos sectores que «han defraudado al fisco» haciendo uso de este esquema. «Los resultados de esa revisión de Cadivi se anunciarán en los próximos días», dijo Ramírez, uno de los hombres fuertes del Gobierno pues a su cargo de presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA) une el de vicepresidente para asuntos económicos.
Ramírez se refirió especialmente a lo que en Venezuela se conoce como «empresas de maletín», que piden dólares a Cadivi simulando importar bienes pero que luego revenden esas divisas en el mercado paralelo, obteniendo una jugosa ganancia.
«Vamos a tomar acciones de control previo y posterior para garantizar que nadie nos esté sobrefacturando como ahora nos están sobrefacturando. Hay sectores deshonestos, delincuentes que van a Cadivi (…) y triangulan. Vamos a acabar con esa práctica, es una práctica corrupta», manifestó.
Con el fin de satisfacer la avidez de dólares entre los venezolanos, el Gobierno puso en marcha también este año un sistema complementario de asignación de divisas mediante subastas, con una alta demanda. Esta semana se inició un nuevo ciclo de subastas semanales con el cierre este viernes de la primera de estas operaciones, en la que se asignaron un total de 100 millones de dólares a personas naturales y jurídicas.
El Banco Central, que realiza las subastas, dio prioridad en esta oportunidad a las empresas que importan juguetes y productos navideños, quienes recibieron un total de 42,57 millones de dólares, destacó Ramírez. EFE